El viceprimer ministro de China, Zhang Gaoli, pronuncia un discurso durante el Foro de Comercio e Inversión Filipinas-China en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing el 20 de octubre de 2016. (WU HONG / AFP).
El viceprimer ministro de China, Zhang Gaoli, pronuncia un discurso durante el Foro de Comercio e Inversión Filipinas-China en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing el 20 de octubre de 2016. (WU HONG / AFP).

Mientras la estrella del tenis Peng Shuai apareció en una videollamada con el jefe de los Juegos Olímpicos, el exviceprimer ministro al que acusó de agresión sexual ha permanecido en silencio y fuera del ojo público, manteniendo el velo de secretismo que envuelve a la élite política de China.

La exatleta olímpica acusó a , que cumple 75 años este mes, de haberla coaccionado para mantener relaciones sexuales hace tres años, declaraciones que realizó el 2 de noviembre en redes sociales.

Peng, de 35 años, dijo que ella y Zhang, quien era viceprimer ministro cuando Pekín recibió la adjudicación de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno, habían mantenido una relación intermitente y consentida hasta que él terminó con ella.

La denuncia se borró poco después de la publicación y el tema ha sido bloqueado en internet en China. Pero cuando la deportista estuvo en paradero desconocido por casi tres semanas, se encendió la preocupación internacional, con el hashtag #WhereIsPengShuai (“Dónde está Peng Shuai”).

Peng fue vista en varios eventos durante el fin de semana, incluida una videollamada con el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, pero esas apariciones no disipan las dudas entre otros atletas y organizaciones mundiales sobre el bienestar de la tenista.

Amnistía Internacional acusó al COI y a Bach de participar en un “encubrimiento de posibles violaciones de los derechos humanos” por parte de China antes de los Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebrarán durante febrero en el país asiático.

Menos atención se ha centrado en Zhang, que se retiró en el 2018 y que, como casi todos los altos dirigentes chinos, se mantiene alejado de la opinión pública en su retiro. Él y el gobierno chino no han comentado directamente las afirmaciones de Peng, que Reuters no ha podido verificar.

La Oficina de Información del Consejo de Estado de China no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios y no ha comentado la denuncia de Peng ni ha hecho que Zhang se refiera al tema.

Dejar que Zhang salga a hablar supondrá un daño a la reputación no deseado justo antes de los Juegos (Olímpicos) de Invierno”, dijo Alfred Wu, profesor asociado de la Escuela de Políticas Públicas Lee Kuan Yew de Singapur.

Incluso si el Partido (Comunista) decide tomar medidas disciplinarias internas contra Zhang, no lo anunciará de inmediato, sino que esperará a que pase la tormenta para mostrarse fuerte”, añadió.

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