La huelga del 2017 en Minera Escondida redujo en 8% su producción de cobre hasta las 903 mil toneladas. (Foto: Reuters)
La huelga del 2017 en Minera Escondida redujo en 8% su producción de cobre hasta las 903 mil toneladas. (Foto: Reuters)

La alta dependencia del , el envejecimiento de la población, la baja participación femenina en el mercado laboral y la calidad educativa están entre los principales obstáculos para que modere sus expectativas de crecimiento, según la agencia de calificación Moody's.


"Pensamos que estas son las claves que explican que el crecimiento no será 4% o 5% como en el pasado", dijo Ariane Ortíz-Bollín, vicepresidenta analista del servicio inversor de la agencia.


Entre sus principales desafíos está mejorar la productividad en los sectores no mineros, para lo que se necesitan reformas "que solo darán resultados a largo plazo". Por ello, reconoció que "es muy difícil darle continuidad a políticas cuando no se ven beneficios en el corto plazo".


Moody's degradó la nota crediticia de Chile desde Aa3 a A1 el pasado 26 de julio, un año después de que lo hicieran su competidoras Fitch Ratings y Santandard & Poor's.


La funcionaria advirtió que la degradación de la calificación chilena, a pesar del robusto crecimiento de su economía en los últimos cinco trimestres y a los riesgos fiscales "contenidos" del país, "no necesariamente implica un deterioro del perfil crediticio".


Sin embargo, la agencia se basó para ello en el aumento gradual de la deuda desde el 2010 (inicio del primer gobierno de Sebastián Piñera) hasta alcanzar el 23% en el 2017, un crecimiento potencial en torno al 3% y la poca diversificación productiva.


Ahora Moody's considera que la nota de Chile se equipara con la de países como República Checa o Israel, aunque todavía figura por encima de México o Perú, y también de España o Italia (BAA).


Para la experta, los riesgos están "altamente contenidos" ya que el país mantiene "importantes fortalezas crediticias y resistencias a choques" gracias a la acumulación de reservas internacionales y fiscales y un tipo de cambio flotante.


Pero la gran dependencia del cobre para su crecimiento, su nivel de ingreso per cápita de US$ 24,000 -la mitad que en países con mejor calificación-, o la mayor vulnerabilidad que genera su deuda a corto plazo y los vencimientos de deuda externa en relación a las reservas internacionales del país, han llevado a la agencia a tomar la decisión de bajarla.