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Las principales empresas de bienes de consumo y lujo del mundo han visto crecer en China las ventas de todo tipo de productos, desde cosméticos hasta preservativos, desde que Beijing puso fin a las estrictas restricciones del COVID-19, otra señal de que la segunda economía del mundo se está reactivando tras la pandemia.
Los comentarios optimistas del miércoles de Reckitt Benckiser, Beiersdorf (fabricante de Nivea), Moncler y Puma se conocieron tras la publicación de datos que mostraron que el sector industrial chino creció en febrero al ritmo más rápido en más de una década.
El presidente ejecutivo de Beiersdorf, Vincent Warnery, dijo que la empresa había visto los primeros signos de recuperación en China y en el negocio minorista global de viajes, impulsado por la reapertura del país.
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“Después de un mes de enero muy volátil, con un tráfico todavía muy afectado por la liberación de las restricciones del COVID en diciembre, vemos un claro cambio de tendencia en las ventas minoristas a partir de febrero”, dijo en una sesión informativa para analistas. “China ha vuelto al crecimiento, no sólo en Internet, sino también en el comercio físico”.
Al margen de la sesión informativa, Warnery dijo que el crecimiento de las gamas premium de Beiersdorf, La Prairie, y las más baratas de cuidado de la piel, Eucerin y Nivea, está impulsado probablemente por la demanda china. Añadió que el turismo procedente de China está ayudando a las ventas en los vecinos Macao, Hong Kong, Taiwán e, incluso, Japón.
Reckitt Benckiser, que fabrica las pastillas Nurofen, el remedio para el resfriado Lemsip y Durex, experimentó un repunte en China tras un descenso de los volúmenes debido a los confinamientos.
“No tengo ninguna duda de que el negocio de bienestar íntimo en China va a funcionar bien”, dijo el presidente ejecutivo interino Nicandro Durante, refiriéndose a la división que incluye KY Jelly y los preservativos Durex.
Los comentarios optimistas se hacen eco de los de muchos ejecutivos durante la temporada de resultados del cuarto trimestre, en particular de las marcas de lujo que apuestan por un fuerte repunte impulsado por los compradores chinos que recurren a los ahorros acumulados durante los cierres por la pandemia.
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La recuperación de las ventas en China supondría un alivio para las empresas que luchan contra el encarecimiento de la energía y los salarios, sobre todo en Europa, al tiempo que la subida de los precios de los alimentos, la energía y los alquileres obliga a los consumidores a ser más exigentes con lo que compran.
Los indicios más claros de que las fábricas chinas se están recuperando tras el levantamiento de las restricciones COVID a finales del año pasado también podrían atemperar un previsible descenso de la economía mundial, mientras la Reserva Federal de Estados Unidos mantiene su senda de tasas de interés más altas durante más tiempo.
Los datos aliviaban a los inversores e impulsaban a las bolsas mundiales. El índice paneuropeo STOXX 600 subía un 0.3% a las 1109 GMT, sumándose a su alza de más del 8% desde principios de año y recuperando parte del terreno perdido el año pasado, cuando la región se vio convulsionada por la guerra de Ucrania y la crisis energética que desencadenó.
Fuente: Reuters