El resurgimiento del coronavirus en Europa amenaza con cerrar establecimientos culinarios de París, provocar casos récord en el este del continente y desviar la atención de los líderes de la Unión Europea.
Las pruebas positivas y las hospitalizaciones en cuidados intensivos han superado el nivel de “alerta máxima” en París, y el Gobierno francés podría tener que exigir el cierre de bares y restaurantes el lunes si la tendencia continúa, según el ministro de Salud, Olivier Véran.
Representantes de la industria hotelera de Francia están tratando de impedir la medida y planean presentar propuestas este fin de semana a las autoridades. Funcionarios regionales de Madrid buscan anular una orden similar del Gobierno español que entra en vigor el viernes por la noche.
La pandemia está de vuelta en la agenda de la UE en medio de restricciones más estrictas en Europa que amenazan a una recuperación aún vacilante después de que las medidas nacionales de confinamiento impactaran a las economías en el segundo trimestre.
Los líderes de la UE se desviaron del tema para discutir la pandemia durante tres horas en Bruselas, enfocándose en la coordinación de respuestas, un área deficiente en el bloque.
“A todo el mundo le preocupaba que las cifras volvieran a aumentar”, dijo la canciller alemana, Angela Merkel, después de la reunión en Bruselas. “Todos somos conscientes de que nos esperan los meses más difíciles”.
Las cumbres de la UE son eventos muy pauteados y es raro abordar temas ad-hoc. En la reunión del viernes, se suponía que los líderes debían debatir la política industrial, cómo reducir las “dependencias estratégicas” de las cadenas de suministro y tener una breve actualización sobre las negociaciones del Brexit.
Grecia reportó 460 nuevos casos del virus el viernes, la mayor cifra desde el inicio de la pandemia. Italia contó 2,499 casos nuevos, más que el promedio de los últimos siete días de 1,870. Los casos nuevos en España no variaron mucho, con 3,722, un nivel que contrasta con unos pocos cientos por día en junio.
“Existe una gran preocupación por parte de todos sobre cómo podemos mantener abiertas nuestras economías y contener la propagación del virus al mismo tiempo”, dijo el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis. “Es bueno tener políticas europeas, y no nacionales” sobre temas cruciales; esa estrategia está funcionando bien en áreas como el desarrollo de vacunas, pero menos en términos de viajes, dijo.
El canciller austriaco, Sebastian Kurz, señaló que las diferencias en las políticas de viajes eran demasiado grandes.
“La gente está confundida y algunos viajes de negocios están restringidos de manera tan masiva que causan daños económicos”, dijo. Una prueba de virus negativa debería permitir a los viajeros evitar la cuarentena, indicó Kurz.
Las tendencias desde el final de las vacaciones de verano son preocupantes. Los nuevos casos de COVID-19 alcanzaron récords diarios en Hungría, Polonia, Rumania y la República Checa, que declaró un estado de emergencia esta semana después de convertirse en el segundo peor brote en el continente. Ucrania tuvo su tercer aumento récord consecutivo el viernes.
Mascarillas obligatorias
Se les está diciendo a los habitantes de Londres que tomen medidas inmediatas para evitar contraer y propagar la enfermedad en medio de advertencias de que la capital del Reino Unido se encuentra en un “punto de inflexión”. Alemania registró el viernes el mayor número de contagios diarios desde abril.
En Italia, que también registró un máximo de cinco meses, el primer ministro Giuseppe Conte quiere extender sus facultades de emergencia hasta el 31 de enero y exigir el uso de mascarillas al aire libre en todo el país. El Gobierno de Merkel recomendó esta semana límites a las reuniones públicas y privadas en las zonas más afectadas.
Francia reportó 12,148 nuevos casos el viernes, desacelerando el promedio móvil de una semana a 10,946, el más bajo en nueve días. El presidente Emmanuel Macron busca evitar un segundo bloqueo nacional, aunque las restricciones específicas no han tenido mucho impacto.
A diferencia de la fase inicial de la pandemia, existe una mayor oposición a los esfuerzos de contención, lo que ha provocado protestas en toda Europa, incluido un esfuerzo para irrumpir en el Parlamento alemán en Berlín.
En España, que tiene la mayor cantidad de infecciones del continente, las luchas internas han empantanado la respuesta al virus.
Las restricciones ordenadas por el Gobierno nacional para Madrid podrían costarle a la economía regional más de 8.000 millones de euros (US$ 9,400 millones) si se prolongan durante más de un mes, dijo Enrique López, consejero de Justicia, Interior y Víctimas del Terrorismo de la Comunidad de Madrid. La región de Madrid está controlada por el principal partido de oposición al Gobierno del presidente Pedro Sánchez.
Diez ciudades de la región de Madrid restringirán los traslados y las reuniones a partir de las 10 p.m. del viernes, lo que afectará a iglesias, bares, deportes al aire libre y viajes.