Las personas con patologías previas desarrollan un cuadro más grave por el Covid-19. (Foto: Alberto PIZZOLI / AFP)
Las personas con patologías previas desarrollan un cuadro más grave por el Covid-19. (Foto: Alberto PIZZOLI / AFP)

El coronavirus puede atacar células clave en la nariz, lo que explicaría el inusual descubrimiento de que algunas personas que padecen Covid-19 pierden su capacidad de olfato y gusto, hallaron investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard.

Su estudio de datos genómicos de humanos y ratones halló que ciertas células en la parte posterior de la nariz albergan las proteínas con formas distintivas a las que el apunta para invadir el cuerpo. La infección de estas células podría conducir directa o indirectamente a un sentido del olfato alterado, dijeron en un artículo publicado el sábado.

Médicos de todo el mundo informan casos anecdóticos de en los que los pacientes han experimentado una pérdida total o parcial abrupta e inexplicable del olfato y el gusto. Las condiciones, conocidas médicamente como anosmia y disgeusia, respectivamente, son “síntomas significativos” asociados con la pandemia, dijo la Academia Estadounidense de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, el 22 de marzo.

El grupo, con sede en Alexandria, Virginia, propone que estos síntomas se agreguen a la lista de herramientas de detección para una posible infección por Covid-19. Aquellas personas con estos síntomas, en ausencia de otras causas conocidas, deberían considerar el autoaislamiento y hacerse la prueba, dijo el grupo.

La inflamación en la cavidad nasal provocada por la infección que causa la pandemia puede alterar el sentido del olfato, dijeron David Brann y Sandeep Robert Datta, del departamento de neurobiología de la Facultad de Medicina de Harvard. Pero también es posible que el virus infecte y dañe células en el epitelio nasal requeridas para la función olfatoria normal.

Descubrir la causa de la pérdida sensorial tiene implicaciones importantes para apoyar el diagnóstico y determinar los efectos de la enfermedad, dijeron los investigadores.

Además, los pacientes con disfunción olfativa persistente corren el riesgo de déficits nutricionales, de lesiones debido a la incapacidad de detectar ‘olores peligrosos’ como humo, gas y alimentos en mal estado, y de desarrollar trastornos psiquiátricos, particularmente depresión”, indicaron.

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