Foto: EFE
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Argentina superó este viernes los 80,000 fallecidos por COVID-19 en casi 4 millones de contagios desde el inicio de la pandemia, informó el Ministerio de Salud. En las últimas 24 horas se reportaron 30,950 nuevos casos y 539 muertos, con un balance total de 80.411 decesos y un promedio diario de fallecimientos superior a 500 la última semana.

Según surge de los reportes oficiales, Argentina casi duplicó en lo que va del año el número de decesos que tenía a finales de 2020 cuando registraba unos 43,000.

La cantidad de pacientes internados con COVID-19 en cuidados intensivos es de 7,668 personas, lo que lleva la ocupación de camas para pacientes graves al 78.2% a nivel nacional. El epicentro de los contagios se mantiene en la capital federal y su periferia, donde viven 15 millones de los 45 millones de habitantes.

Sin embargo, en otras provincias como Córdoba (centro) y Mendoza (oeste) la curva de casos se ha incrementado dramáticamente las últimas semanas. En Córdoba, la incesante ola de contagios forzó al gobierno provincial a suspender las clases presenciales por 14 días; además, prohibió las reuniones sociales, entre otras restricciones.

Argentina cumplió un cierre de nueve días con restricción a la movilidad de la población a finales de mayo. Pero la medida consiguió morigerar sólo en un 8% el número de contagios, según la ministra de Salud, Carla Vizzoti.

Luego de ese período, las restricciones se cumplen los fines de semana hasta el 11 de junio, según el decreto presidencial. Argentina se propone dar un nuevo impulso a su plan de vacunación voluntaria por el cual unas 11 millones de personas ya fueron vacunadas.

”El próximo domingo un avión partirá a Moscú trayendo el principio activo para que empiece de inmediato la producción de vacunas en Argentina”, dijo el presidente Alberto Fernández este viernes en videoconferencia junto a su par ruso, Vladimir Putin. El plan de vacunación también incluye inmunizantes del laboratorio Sinopharm y de AstraZeneca.