Las dietas veganas y vegetarianas pueden ser buenas para las emisiones de CO2, pero su búsqueda ciega puede exacerbar otros problemas. (Foto: Shutterstock)
Las dietas veganas y vegetarianas pueden ser buenas para las emisiones de CO2, pero su búsqueda ciega puede exacerbar otros problemas. (Foto: Shutterstock)

El consumo de carne desempeña un papel muy importante en el calentamiento global, ya que produce casi 15% de todas las emisiones de dióxido de carbono, incluso más que el transporte aéreo. Esto explica en parte el rápido cambio hacia el vegetarianismo, el veganismo y las dietas que dependen menos de productos cárnicos. En el futuro, para la salud de las personas y del planeta, deberíamos comer principalmente verduras y frutas, granos enteros y legumbres, y dejar que mariscos, aves y carnes rojas tengan un rol menor en nuestras dietas.