Wang Yi
Wang Yi

China amenaza con duras represalias a las veleidades proteccionistas del presidente estadounidense, , mientras su comercio exterior sigue exhibiendo una insolente salud, con exportaciones en alza y un superávit colosal frente a Estados Unidos.

China adoptará "seguramente" una "respuesta apropiada y necesaria" a las medidas comerciales de Estados Unidos, advirtió su ministro de Exteriores, Wang Yi.

"En una época de globalización, quienes recurren a la guerra comercial eligen el mal remedio, y dañan a los demás penalizándose a sí mismos", dijo Wang.

Trump provocó masivas críticas internacionales al anunciar que iba imponer fuertes aranceles a las importaciones de su país de acero y aluminio.

China, de lejos primer productor mundial de acero y aluminio, encabezó un grupo de 18 miembros de la Organización mundial del Comercio (OMC) para protestar contra el proyecto de Washington.

En una reunión de la OMC, el representante chino aludió al riesgo de un "problema sistémico" para la propia OMC. Luego se sumaron a esas críticas la Unión Europea (UE), Japón o Canadá.

Es cierto que China suministra una ínfima parte de las importaciones estadounidenses de acero y aluminio, y se vería afectada de forma marginal por esas medidas.

Pero el gigante chino teme que se desencadene un engranaje, pues Washington multiplica las investigaciones y derechos antidumping contra Pekín en varios ámbitos, desde las lavadoras a los paneles solares.

Superávit "masivo"
Por su lado, Trump critica el muy desequilibrado comercio bilateral, y afirmó el miércoles en Twitter que Washington había pedido a China reducir en "mil millones de dólares" su "masivo" superávit comercial con Estados Unidos.

Según datos de las aduanas chinas, el superávit comercial de China con se redujo ligeramente en febrero a US$ 21,000 millones, respecto a los datos de enero, cuando la diferencia fue de US$ 21,900 millones, y de diciembre (US$ 25,600 millones)

Sin embargo sigue siendo muy considerable: es más del doble que en febrero del 2017. Y en los dos primeros meses del 2018, fue superior en 35% al mismo período precedente.

En todo el 2017, este excedente llegó a la cifra récord de US$ 275,800 millones, según las aduanas chinas (US$ 375,200 millones según Washington): así, los US$ 1,000 millones sugeridos por Trump parecen en comparación apenas una gota de agua.

Más allá del acero y el aluminio, una escalada de las tensiones sino-estaodunidenses podría afectar los intercambios bilaterales, advierte Betty Wang, analista de ANZ.

"Una acción estadounidense en el ámbito de la propiedad intelectual podría complicar la situación, y es posible que Pekín tome entonces represalias contra la agricultura norteamericana", dice.

El régimen comunista ya ha abierto una investigación sobre el sorgo de Estados Unidos y no excluye hacerlo con sus exportaciones de soja. Lo que está en juego es muy importante: China compró el año pasado por US$ 14,000 millones de soja estadounidense.

Exportaciones en alza
Las exportaciones del gigante asiático se han disparado en febrero 44.5% respecto a febrero del 2017, según las aduanas.

Ello se debe a la fuerte demanda de los principales socios comerciales de China, como Estados Unidos, la UE y Japón.

En cambio se ha frenado el crecimiento de las importaciones chinas (+6.3%, tras +36.8% en enero). Consecuencia lógica: el superávit de febrero fue de US$ 33,700 millones, contra US$ 20,500 millones en enero.

Pero Julian Evans-Pritchard, analista del gabinete Capital Economics, advierte contra datos que pueden ser falseados por los feriados de Año Nuevo, que se produjeron más tardíamente este año.

"En su conjunto, el superávit comercial de China con el resto del mundo se ha moderado el año pasado, gracias al creciente apetito chino por las materias primas. Pero el excedente con Estados Unidos sí se ha disparado", aseguró.