Contrario a los opioides, el consumo de cocaína está aumentando en ambos mercados principales, Norteamérica y Europa, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Contrario a los opioides, el consumo de cocaína está aumentando en ambos mercados principales, Norteamérica y Europa, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

"¿Uberización del comercio de la ?". No es un chiste. Informes recientes de las Naciones Unidas y la sobre el uso ilegal revelan que el mercado de la cocaína está creciendo rápidamente, y el progreso de la tecnología tiene mucho que ver con ello.

La epidemia de opioides es en gran medida un fenómeno estadounidense impulsado por la alta disponibilidad de opiáceos médicos y respuestas de política mediocres. En Europa, el uso de opioides ha caído considerablemente gracias a políticas de reducción de riesgo que son pragmáticas en el sentido que reducen el estigma frente al uso de drogas y se enfocan en el tratamiento y no en el control.

Contrario a los opioides, el consumo de cocaína está aumentando en ambos mercados principales, Norteamérica y Europa, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

El resurgimiento de la cocaína se debe a un suministro creciente. Según la ONU, la producción mundial estimada de la droga alcanzó el récord histórico de 1,976 toneladas en el 2017, el último año del que se disponen datos: esto es más del doble que en el 2013, y 25% más que en el 2016.

La razón principal es que la producción en Colombia, el mayor país productor de coca, se triplicó con creces entre el 2013 y 2017. El aumento se debió en parte a una caída en las operaciones contra la siembra y, en parte, por el proceso de paz para grupos guerrilleros colombianos como las FARC.

En algunas áreas remotas, donde los cultivos legales no son económicamente viables, las guerrillas de la extrema izquierda han sido remplazadas por organizaciones con motivos puramente comerciales en lugar de ideológicos.

Según el Centro Europeo de Monitoreo de Drogas y Adicciones, la cocaína que se vende a los clientes minoristas en Europa ahora es la más pura en una década, lo que significa que hay mucha y no hay necesidad de cortarla. Los precios al por mayor han ido cayendo, más fuertemente en Europa, donde eran altos por razones geográficas, pero también en Estados Unidos.

Los precios al por menor también han bajado ligeramente en los últimos años, a pesar de una mayor pureza. Se debe a que el mercado ha cambiado.

La droga desafía la percepción generalizada de que los jóvenes de hoy en día se adhieren a estilos de vida más saludables que las generaciones anteriores: las personas entre 18 y 25 años de edad conforman el grupo demográfico con mayor consumo de cocaína en ambos mercados.

Una razón podría ser que el mercado de la cocaína ahora está más dominado por la tecnología y ya no es un monopolio liderado por gángsters. Es un mercado moderno, emprendedor y competitivo. La agencia de drogas de la UE contra las drogas escribió en su informe de 2019:

"Una reorganización de la cadena de suministro de cocaína y los actores involucrados es visible en el nivel medio y minorista, con la aparición de estructuras organizativas fragmentadas, más flexibles y más horizontales. Los grupos más pequeños han podido ingresar al mercado mediante el uso de una gama de tecnologías de la información como el cifrado, los mercados de la red oscura (darknet), las redes sociales para el tráfico y las criptomonedas. El espíritu empresarial en el competitivo mercado de la cocaína es evidente a partir de estrategias de distribución innovadoras, como los call centers exclusivos de la cocaína".

"Estos nuevos métodos parecen reflejar, en cierta medida, el tipo de interrupción que se ve en otras áreas por el uso común de los teléfonos inteligentes —un potencial "efecto" del comercio de cocaína—, un mercado competitivo en el que los vendedores compiten ofreciendo servicios adicionales como opciones de entrega rápida y flexibles".

Por supuesto, los mercados de la red oscura y otras operaciones asistidas por tecnología venden todo tipo de drogas, pero la cocaína es especialmente adecuada para los sistemas de distribución modernos.

Muchas personas socialmente bien adaptadas la consumen ocasionalmente, y ordenan la droga de la misma manera que una pizza. Ahí es donde entran los call centers y los taxis de cocaína.La otra ventaja de la cocaína en términos de construcción de una infraestructura de mercado moderna es el alto precio por gramo y el gran diferencial entre los precios mayoristas y minoristas.

Los márgenes de ganancia bruta de los minoristas de cocaína alcanzaron, en promedio, más de US$ 40 por gramo en el 2017, mientras que los minoristas de heroína ganaron alrededor de US$ 25. Algunas de las ganancias se destinan a la construcción de una infraestructura pulida.

El aumento en el consumo de la cocaína es, a su manera, tan preocupante como la epidemia de opioides en EE.UU., incluso si no está matando a tanta gente. Al menos en Europa, la cantidad de personas que buscan tratamiento por problemas relacionados con la cocaína ha aumentado en 35% desde el 2014, y la droga es probablemente la responsable de un número difícil de calcular de muertes por enfermedades cardiovasculares.

La reciente disponibilidad de cocaína y el mercado dinámico y tecnológicamente avanzado son peligrosos, principalmente para los jóvenes.

Los países que forman los mercados más grandes para la droga deberían hacer más para abordar los aumentos de producción en América Latina, quizás ofreciendo más a los agricultores, para que cambien a otros cultivos, de lo que puede el gobierno colombiano. En Europa y EE.UU. hay lugar para más enfoques tecnológicos que logren alejar de la cocaína a los usuarios expertos en tecnología.

El informe de la UE, por ejemplo, menciona el uso de la realidad virtual para despertar el deseo de consumo de drogas y capacitar a las personas para enfrentar la situación. La extravagante "guerra contra las drogas" de las cuatro décadas anteriores no fue exitosa en gran medida, pero eso solo significa que se deben encontrar mejores formas y más ingeniosas para hacer frente al regreso de la cocaína.

Por Leonid Bershidsky

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