A Bolivia ingresan ilegalmente electrodomésticos, automóviles, alimentos, bebidas con y sin alcohol. El país tiene una amplia frontera de casi 7,000 kilómetros con cinco naciones. (REUTERS/Carlos Garcia Rawlins).
A Bolivia ingresan ilegalmente electrodomésticos, automóviles, alimentos, bebidas con y sin alcohol. El país tiene una amplia frontera de casi 7,000 kilómetros con cinco naciones. (REUTERS/Carlos Garcia Rawlins).

Las autoridades de Bolivia denunciaron que en el país operan clanes de contrabandistas organizados que afectan la economía, que intenta salir de la crisis desatada por la pandemia.

Son clanes que se han fortalecido”, dijo la presidenta ejecutiva de la Aduana Nacional de Bolivia (ANB), Karina Serrudo, a la radio emisora Erbol luego de que un grupo de 300 personas entraran y saquearan un depósito aduanero en la población de Puerto Quijarro, fronteriza con Brasil.

Serrudo explicó que se robaron al menos 3.5 toneladas de mercadería entre la decomisada a contrabandistas y otras que entraron de forma legal al país. La funcionaria también mencionó que recibió amenazas para que paren los controles aduaneros.

Estas organizaciones están bien estructuradas y eso preocupa”, mencionó el presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, en una entrevista con la radio La Razón.

Ha pasado a ser de una actividad ilícita de bagalleros (comerciantes callejeros en la frontera con Argentina), de transporte hormiga, a un delito muy bien estructurado”, advirtió.

Blazicevic estimó que el contrabando “ha crecido tres veces en los últimos años, entonces el impacto es tremendamente importante y lo peor es que sigue creciendo y desbordando”.

Un estudio hecho por la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de la región de Cochabamba (ICAM) calculó que el contrabando genera pérdidas por US$ 2,300 millones al país al año.

A Bolivia ingresan ilegalmente electrodomésticos, automóviles, alimentos, bebidas con y sin alcohol. El país tiene una amplia frontera de casi 7,000 kilómetros con cinco naciones.

La crisis por la pandemia de COVID-19 ha golpeado a toda Latinoamérica y la producción en los países vecinos es menor a la boliviana y la oferta es atractiva porque son baratos, explicó Jorge Akamine, presidente del Colegio de Economistas de Bolivia.

Nuestra economía ha sido afectada y la gente lo está sintiendo en sus bolsillos, por lo que demanda productos de bajo costo y ha hecho que la informalidad aumente afectando el empleo, la industria”, agregó.

Además, la ley boliviana es la más permisiva con el contrabando en comparación con la de sus países vecinos, por lo que Akamine aseguró que se necesita un paquete de normas que ayuden a proteger a la industria boliviana. “El contrabando... es un golpe a la economía que intenta levantarse”, concluyó.

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