Ciudad del Cabo, Sudáfrica  (Foto: Pixabay)
Ciudad del Cabo, Sudáfrica (Foto: Pixabay)

El “día cero” llegó para la ciudad del Cabo. Años de sequía y el aumento de consumo de provocaron que los embalses de la ciudad de Sudáfrica estén a menos del 30% de su capacidad.

Ante esto, las autoridades pusieron en marcha medidas restrictivas para evitar tener que llegar al corte de suministro en los hogares.

El escenario actual es tan crítico que las previsiones apuntan a que el nivel de los embalses de podría disminuir hasta el 13,5% de su capacidad -actualmente está en el 28,1%- en menos de tres meses.

La alcaldesa de la ciudad , Patricia de Lille, calificó esta situación como un "punto sin retorno".

Mencionó también que se verán obligadas a cortar el suministro no esencial de agua, que quedaría limitado a hospitales y otras infraestructuras fundamentales.

Los más de cuatro millones de habitantes de la región tendrían que acudir entonces a puntos colectivos de abastecimiento de agua para recoger un límite de 25 litros por persona.

De no reducirse drásticamente el consumo y las lluvias continúan sin llegar, la ciudad del Cabo, considerada uno de los principales destinos turísticos de África, se convertirá en la primera gran ciudad del mundo en quedarse sin agua.

"Ya no podemos pedirle a la gente que deje de desperdiciar agua. Debemos obligarlos", dijo la alcaldesa de la ciudad.

A partir del próximo 1 de febrero, el límite de consumo de agua diario se reducirá a 50 litros por habitante. Quienes no lo cumplan, podrían enfrentarse a multas.

El gobierno municipal trabaja en otras medidas para tratar de revertir esta situación y dar respuesta a la creciente demanda de agua por parte de una población que aumentó en más del 50% en las últimas dos décadas.