El texto afirmó que Pekín aprovechó la crisis del 2008-2009 para acelerar su ofensiva industrial “Go Out” en Estados Unidos, y que se estaba posicionando para beneficiarse de un probable aumento en el gasto de infraestructura de Washington.
El texto afirmó que Pekín aprovechó la crisis del 2008-2009 para acelerar su ofensiva industrial “Go Out” en Estados Unidos, y que se estaba posicionando para beneficiarse de un probable aumento en el gasto de infraestructura de Washington.

Legisladores y encargados de las políticas de Estados Unidos deberían tener cuidado con medidas de China que apuntan a activos estadounidenses vulnerables y a acrecentar su cuota de mercado tras la crisis desatada por el coronavirus, señala un reporte de Horizon Advisory.

El reporte, encargado por la Alianza para la Fabricación Estadounidense (AAM, por su sigla original), indica que el Partido Comunista chino veía la crisis como una “oportunidad de ampliar su posición en los mercados, cadenas de suministro e infraestructura vital de Estados Unidos”.

El texto afirmó que aprovechó la crisis del 2008-2009 para acelerar su ofensiva industrial “Go Out” en , y que se estaba posicionando para beneficiarse de un probable aumento en el gasto de infraestructura de Washington.

Es una estrategia muy sofisticada”, dijo el presidente de AAM, Scott Paul. “Existe un debate muy legítimo que se debe dar sobre el rol apropiado de Pekín en la economía estadounidense, y hay motivos para tener cuidado con la inclusión de empresas estatales chinas en nuestro esfuerzo de recuperación”.

Paul indicó que el reporte mostraba que había identificado a funcionarios públicos y estados “amistosos” como Kentucky, que ha atraído una mayor inversión china en los últimos años.

Las adquisiciones chinas han sido blanco de un mayor escrutinio de Estados Unidos para determinar sus efectos en la seguridad nacional, pero las compras podrían aumentar si la crisis deja muchos activos afectados, como se teme, agregó Paul.