Un hombre que lleva mascarilla cruza un puente en Guangzhou. EFE/EPA/ALEX PLAVEVSKI
Un hombre que lleva mascarilla cruza un puente en Guangzhou. EFE/EPA/ALEX PLAVEVSKI

China anunció una ampliación en los sectores abiertos a la inversión extranjera, al suavizar las limitaciones para la propiedad de empresas que intervienen en mercados de futuros, de valores y de seguros de vida.

Esta reducción de la llamada "lista negativa" coincide con los planes para reactivar la economía golpeada por el coronavirus y abrirla más a la inversión foránea.

El número de actividades restringidas se redujo de 40 a 33, informó la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas (NDRC), siguiendo la tendencia iniciada en el 2019.

Sin embargo, empresas estadounidenses y europeas se quejan de que el acceso al mercado chino sigue siendo difícil y el trato desigual.

Un portavoz de la NDRC dijo el miércoles que las nuevas medidas muestran la “determinación” de Pekín de “ampliar su apertura al mundo exterior, y la firme disposición de China de apoyar la globalización económica”.

Hasta ahora estaba limitada al 51% del capital la participación extranjera en empresas que operan en los mercados de futuros, de valores y de seguros de vida.

Pekín también retiró la norma que impedía la inversión extranjera en la extracción de mineral radiactivo, su procesamiento y la producción de combustible nuclear y suavizó las restricciones para la comercialización de vehículos.

Asimismo, suprimió la prohibición para los extranjeros de invertir en el sector del control del tráfico aéreo, pero según el comunicado de la NDRC, la construcción y gestión de aeropuertos civiles seguirá en manos chinas.

En el sector agrícola, se suavizaron las restricciones en la producción de trigo y granos, aunque las empresas chinas seguirán controlando al menos el 34% en vez de la mayoría del capital como hasta ahora.

En el campo de la infraestructura, China también retiró la regla que estipulaba que la construcción y la operación del sistema de suministro de agua y alcantarillado en poblaciones de más de medio millón de habitantes tenía que estar en manos chinas.