Sebastián Piñera
Sebastián Piñera

El presidente Sebastián Piñera está cumpliendo su promesa de atacar la inmigración ilegal a Chile, al retirarse a última hora de un tratado migratorio el fin de semana pasado.

El gobierno chileno confirmó el lunes que ya no firmaría el Pacto Mundial de las Naciones Unidas sobre Migración, respaldado por más de 150 países. Luego de ser uno de los proponentes del tratado, el cambio de juego de Chile demuestra que se une a una lista de una docena de países, incluidos Estados Unidos, Hungría y Polonia, caracterizados recientemente por una ola de retórica antiinmigratoria.

Una afluencia de inmigrantes de naciones vecinas, incluidas Venezuela y Haití en los últimos años, ha llevado a Piñera a adoptar políticas de inmigración más estrictas. A principios de este año, el gobierno modificó los requisitos de visa para que sea más difícil para los migrantes entrar a Chile.

Entre 2015 y 2017, la nación andina recibió un estimado de 700,000 inmigrantes. Si bien el flujo se ha desacelerado desde que Piñera impuso las nuevas medidas, los inmigrantes representan el 5.9% de los 18 millones de habitantes de Chile, con una mayoría proveniente de Venezuela en los últimos tiempos.

El ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, defendió la decisión el lunes y dijo a los reporteros que las puertas de Chile siguen abiertas a la migración legal, pero el país no aceptará nada que no sea de su interés soberano. El subsecretario del interior, Rodrigo Ubilla, aseguró que Chile respeta los derechos humanos, pero no hay un derecho humano a migrar.

Los países que deciden abstenerse están formando un club tácito de naciones que ponen una barrera a la inmigración por diferentes razones, afirma Robert Funk, analista político en Chile.

"La elección de Chile señala un cambio importante en su política exterior y es una declaración política de que Piñera está optando por apaciguar a un electorado cada vez más asiduo de la derecha", asegura Funk.

No es la primera vez este año que Chile abandona un tratado en el último momento. En septiembre, el gobierno de Piñera declaró que no firmaría el El Acuerdo de Escazú sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe. Chile y Costa Rica fueron los proponentes iniciales del tratado.

Ricardo Lagos Weber, senador de la oposición que dirige un comité de asuntos exteriores del Congreso, dijo a los reporteros que convocó a Ampuero para explicar lo que llamó una decisión "a puerta cerrada".