El gobierno chileno anunció un recorte fiscal de US$ 4,600 millones para el periodo 2018-2021, lo que permitirá mejorar las arcas del Estado y el financiamiento para la ejecución de programas sociales.
El ajuste se aplicará "en forma pareja" para todos los ministerios y servicios, mediante la reducción de gastos de soportes, principalmente, en bienes y servicios de consumo, adquisición de activos no financieros como computadores, automóviles o equipamiento de oficinas, detalló Felipe Larraín, ministro de Hacienda, en conferencia de prensa.
"La liberación de estos recursos permitirá mejorar nuestra situación fiscal", explicó Larraín.
Anualmente, el gobierno recortará US$ 1,150 millones. En abril pasado, se había anunciado un primer plan de ahorro por US$ 500 millones para los próximos cuatro años, incluidos en este nuevo recorte.
Los recursos captados serán utilizados para disminuir la lista de espera en la atención de salud pública, financiar en parte el déficit operacional de los hospitales y avanzar en el acceso universal a las guarderías.
En educación también se buscará avanzar en la gratuidad para los sectores más pobres de formación técnica y aumentar en un 25% los niños atendidos por el Servicio Nacional del Menor (Sename), detalló Larraín.
El gobierno de Sebastián Piñera, que asumió en marzo, heredó un déficit fiscal efectivo de 2.8% del Producto Bruto Interno (PBI), y una economía en el arranque de una fase de recuperación ante la mejora del precio internacional del cobre, su principal producto de exportación.