Catar
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El embargo internacional de , liderado por Arabia Saudita y que cumple ya nueve meses, tiene una mascota indiscutible para la rebeldía de Doha: una rumiante vaca americana.

Miles de vacas lecheras transportadas por aire aterrizaron en Catar en los primeros meses del boicot que , Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto impusieron contra el país en junio. 

Los bovinos voladores crearon un espectáculo que destacó la habilidad del emirato rico en reservas de gas natural para desafiar las sanciones y proveer de leche fresca a sus 2.7 millones de residentes.

El ganado se estableció en las instalaciones de Baladna Farms, a 50 kilómetros al norte de Doha. El lugar, que incluye un parque de atracciones, un restaurante y ovejas, casi se ha convertido en un destino de peregrinaje para los cataríes y visitantes extranjeros, que quieren presenciar el carrusel automático de ordeño.

El domingo, las vacas voladoras darán la bienvenida a sus primas flotantes. Más de tres mil cabezas de ganado Holstein, criadas en California, Arizona y Wisconsin, tienen previsto su llegada por barco y, junto con la ya existentes, podrán cubrir cómodamente la demanda de Catar de leche fresca.

Cuando se haya cubierto la demanda del mercado local, Baladna Farms pretende exportar la leche excedente, según Moutaz Al Khayyat, presidente de Power International Holding, dueño de Baladna. La empresa ha sido tan exitosa que Al Khayyat planea sacar a bolsa su negocio agrícola local este año, sumando así una flotación metafórica a la literal.