Calor abrasador opaca perspectivas de café robusta en Brasil

Los agricultores simplemente no tienen suerte con el clima en este momento. Mientras que una ola de frío amenaza las cosechas de invierno en Estados Unidos, las temperaturas abrasadoras están poniendo en peligro las perspectivas de una cosecha récord de café robusta en Brasil.

Los granos de robusta, normalmente utilizados para el café instantáneo y el café expreso, se están tostando incluso antes de ser recogidos, en medio de un calor implacable en los estados de Espirito Santo y Bahía.

Las temperaturas máximas de este mes están hasta 8 grados centígrados por encima del promedio en los principales estados productores, según Somar Meteorologia.

"Los granos se están quemando en condiciones de calor abrasador y falta de lluvia", asegura por teléfono Edimilson Calegari, gerente general de Cooabriel, la principal cooperativa de robusta de Brasil.

Según Calegari, durante el período consecutivo de altas temperaturas, el lado del café que está expuesto al sol se deshidrata, lo que evita que el grano se forme adecuadamente.

Después de la lluvia abundante en la segunda mitad del año pasado que impulsó el optimismo para el cultivo, las áreas de café robusta en Espirito Santo obtuvieron solo 5 milímetros en enero, muy por debajo del promedio de 150 milímetros del mes, según Somar.

El problema principal, sin embargo, es el calor abrasador, con temperaturas que alcanzan los 37 grados centígrados. Las plantas llenas de granos en formación han estado recibiendo hasta nueve horas diarias de temperaturas superiores a 30 grados, dice Celso Oliveira, un meteorólogo de Somar, en Sao Paulo, por teléfono.

Espirito Santo y Bahía representan más del 80% de la cosecha de café robusta de Brasil. El estado del sur de Bahía ha sido el más afectado.

"En Bahía, las condiciones de los cultivos son terribles, ya que no tienen riego para aliviar el estrés de las plantas", afirmó Calegari, de Cooabriel.

Antes de la ola de calor, se esperaba que la cosecha de café robusta brasileño alcanzara récords y se recuperara de una grave sequía en el 2016. La agencia de cultivos Conab estimó la cosecha de café del país en 54.5 millones de sacos, de los cuales 16.3 millones de sacos eran de robusta.

"Algunos agricultores pronostican pérdidas de entre 10% y 15%", dice Calegari. "Produciremos menos, sin duda, pero por ahora no podemos estimar nada".