MDN
Brexit

Londres. El futuro político de la primera ministra británica Theresa May pende de un hilo tras la moción de censura organizada el miércoles por diputados de su propio Partido Conservador. Estos son algunos de sus potenciales sucesores dentro de la formación:

Boris Johnson, el eterno rival
El ex alcalde de Londres fue uno de los artífices de la victoria del Brexit en el referéndum de 2016.

Nombrado ministro de Relaciones Exteriores inmediatamente después por Theresa May, no dejó de criticar su estrategia en las negociaciones con Bruselas antes de dimitir en julio para convertirse en uno de sus más feroces rivales en el seno del Partido Conservador.

Carismático, popular y políticamente hábil, "Bojo", de 54 años, también ha provocado divisiones en la formación, por lo que algunos lo critican, como critican también el balance de su gestión como jefe de la diplomacia.

Dominic Raab, el joven lobo
Los corredores de apuestas lo daban el miércoles como favorito para reemplazar a Theresa May a la cabeza del partido y del país. "Siempre he dicho que no lo excluía", responde este diputado ultraliberal de 44 años cuando se le pregunta si aspira a tomar las riendas del ejecutivo.

Ardiente defensor de la salida de la UE, este aficionado al karate y al boxeo, antiguo abogado especializado en derecho internacional, fue brevemente ministro para el Brexit entre julio y noviembre, antes de dimitir por su desacuerdo con el texto negociado por Theresa May con la UE, que considera "malo para nuestra economía y nuestra democracia".

Sajid Javid, el candidato del consenso
Ex banquero de negocios e hijo de un conductor de autobús paquistaní, el ministro del Interior Sajid Javid, de 49 años, es la cara de un Reino Unido moderno y multicultural y una personalidad influyente del partido conservador.

En tan sólo unos meses como Ministro del Interior, se ha ganado el respeto particular por su manejo de un escándalo sobre el trato a los hijos de los inmigrantes caribeños conocido como la generación Windrush.

Es partidario del thatcherismo y del libre comercio, pero a pesar de haber sido euroescéptico se pronunció contra el Brexit en el referéndum de 2016.

Amber Rudd, la heredera proeuropea
Elegida diputada en 2010 tras una carrera en la finanza y el periodismo económico, acompañó a Theresa May en su ascenso al poder, un apoyo que le dio frutos: primero la cartera de Interior y después la de Trabajo.

Con una reputación de trabajadora y eficaz, Amber Rudd, de 55 años, fue elegida "ministro del año en 2015" por la revista conservadora The Spectator por su trabajo a la cabeza del ministerio de Energía.

¿Punto débil? Su reputación de proeuropea, que le podría pasar factura en una campaña para convertirse en primera ministra.

Michael Gove, el amigo desleal
Aspirar al puesto de primer ministro no sería una novedad para Michael Gove, de 51 años, que ya lo había intentado tras la dimisión de David Cameron a raíz del referéndum de 2016.

Ministro de Medio Ambiente y enemigo jurado de los plásticos desechables, este euroescéptico, mano derecha de Boris Johnson durante la campaña del referéndum, es uno de los más férreo defensores del Brexit en el seno del gobierno de Theresa May.

Pero a la hora de entrar en la carrera, podría costarle cara su poco ventajosa reputación de traidor de sus amigos políticos.

David Davis, el político rodado
David Davis, de 69 años, fue el primer ministro para la salida de la Unión Europea, una cartera creada en 2016 para llevar a cabo el Brexit y las negociaciones con Bruselas.

Este euroescéptico convencido, con reputación de perezoso, dimitió estrepitosamente en julio, al mismo tiempo que Boris Johnson, por considerar que el acuerdo de Brexit negociado por Theresa May era demasiado blando.

Jeremy Hunt, el neófito probrexit
El ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, de 52 años, defendió permanecer en la UE en 2016, antes de cambiar de opinión decepcionado por la actitud "arrogante" de Bruselas en las negociaciones.

Este ex empresario que habla fluidamente japonés se ha forjado una reputación de persona que no teme a los retos, tras haber presidido durante seis años el destino de un Servicio Nacional de Salud (NHS) enfrentado a una profunda crisis.