El director general de la empresa, Torsten Müller-Ötvös, anunció que su fábrica en Goodwood cerrará durante dos semanas a principios de abril para evitar cualquier problema en la cadena de abastecimiento. (Foto: EFE)
El director general de la empresa, Torsten Müller-Ötvös, anunció que su fábrica en Goodwood cerrará durante dos semanas a principios de abril para evitar cualquier problema en la cadena de abastecimiento. (Foto: EFE)

Londres. La prestigiosa marca británica de automóviles de lujo Rolls Royce goza de buena salud -en 2018 registró un récord de ventas- pero, preocupada por las consecuencias del , se prepara ya para futuras perturbaciones.

Ante la incertidumbre que reina sobre el Brexit a menos de tres meses de la fecha prevista, el 29 de marzo, como los otros actores del sector Rolls Royce se ve obligado a prepararse para todos los escenarios posibles, incluida una temida salida de la UE sin acuerdo que perturbaría enormemente el comercio con la Europa continental.

En una entrevista al semanario alemán Wirtschaftswoche publicada el jueves, el director general de la empresa, Torsten Müller-Ötvös, anunció que su fábrica en Goodwood, en el sur de Inglaterra, cerrará durante dos semanas a principios de abril para evitar cualquier problema en la cadena de abastecimiento.

Es lo mismo que ya había decidido otra marca británica, Mini, que como Rolls Royce pertenece al gigante alemán BMW.

"Hemos decidido adelantar nuestra pausa anual en la producción y cerrar la fábrica durante dos semanas a partir del 30 de marzo", afirmó el dirigente alemán, reconociendo que el Brexit tendrá un impacto inevitable en su actividad.

"Tenemos más de 600 proveedores en todo el mundo. Si nos faltase únicamente una pequeña parte de las 32,000 piezas que llegan cada día, la producción se pararía en nuestra fábrica de Goodwood", donde ahora trabajan más de 2,000 personas, explicó.

¿Abastecimiento aéreo?
El directivo de Rolls Royce reconoce que buscan soluciones alternativas que podrían reducir su dependencia del transporte por carretera, pensando por ejemplo en hacer llegar las piezas por transporte aéreo. Esta solución ya había sido mencionada por otro fabricante británico de automóviles de lujo, Aston Martin.

Por otra parte, Rolls Royce ya está aumentando sus reservas de autopartes, incrementó su espacio de almacenamiento e invirtió en nuevos servicios informáticos.

Sin embargo, Müller-Ötvös ha asegurado a la prensa británica que la marca, una verdadera institución en Reino Unido, no abandonará el país.

"Estamos anclados en Reino Unido. Rolls Royce forma parte de lo que yo llamaría las joyas de la corona industrial británica", afirmó.

No excluye sin embargo que un Brexit brutal tenga consecuencias en sus ventas en el país, que representan un 10% del total, y un impacto en el comportamiento de potenciales compradores.

115 años de existencia
Pero, de momento, la marca, al igual que todo el sector del lujo, registra buenos resultados pese a que el mercado del automóvil se encuentra bajo fuerte presión, especialmente en Europa, debido a la degradación de la reputación de los vehículos diésel y las incertidumbres provocadas por el Brexit.

Rolls Royce anunció el jueves una disparada de 22% de sus ventas en 2018, que fueron las más elevadas en los 115 años de existencia de la emblemática marca británica.

La marca vendió exactamente 4,107 automóviles en más de 50 países el año pasado. Su actividad registró alzas en todas las regiones del mundo y el continente americano siguió siendo sus principal mercado con 30% de ventas.

En el 2017, la empresa había anunciado la venta de 3,362 unidades.

El fabricante, apreciado por la alta sociedad británica, subrayó en un comunicado que su crecimiento se debe en gran parte al éxito, especialmente en Reino Unido, del Phantom, su nuevo modelo que empezó a entregarse a principios de 2018. Pero otro modelo, el Ghost, sigue siendo el más vendido por Rolls Royce.

Sus vehículos figuran entre los más caros del mundo: un Ghost cuesta unos 250,000 euros (unos US$ 290,000) y un Phantom unos 450,000 euros (unos US$ 520,000). La marca propone también automóviles hechos a medida y un todo terreno, el Cullinan.

Fundada a principios del siglo XX, Rolls Royce fue comprada por BMW en 1998. Antaño, el fabricante de automóviles formaba parte del mismo grupo que la empresa del mismo nombre especializada en motores de aviones, pero las dos compañías fueron separadas a principios de los años 1970 y constituyen ahora empresas totalmente independientes.

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