"El gobierno (de Bolsonaro) no tiene una base de apoyo para aprobar reformas", comentó Thomas Traumann, consultor de comunicaciones de Río de Janeiro.
"El gobierno (de Bolsonaro) no tiene una base de apoyo para aprobar reformas", comentó Thomas Traumann, consultor de comunicaciones de Río de Janeiro.

La reforma al sistema de pensiones en Brasil superó un obstáculo en el Congreso a última hora del martes, en una señal de que el Gobierno podría estar obteniendo respaldo político para su propuesta económica más importante.

Tras un largo debate, Comisión de Constitución y Justicia (CCJ) de la Cámara de Diputados aprobó la constitucionalidad del proyecto de ley por 48 votos contra 18, allanando el camino para que una comisión especial de la cámara lo analice y discuta.

El gasto de Brasil en seguridad social es de los más altos del mundo y su reforma fue una propuesta clave de la campaña electoral del presidente Jair Bolsonaro. Pero el Gobierno ha perdido impulso en la legislación y datos económicos sugieren que la economía está decayendo, tal vez incluso disminuyendo.

Los mercados brasileños subieron el martes antes de la votación por el hecho de que la votación se llevara a cabo, luego de que se pospuso la semana pasada y aun cuando algunos parlamentarios presentaron objeciones.

El gobierno hizo cambios menores en el proyecto para ganarse a los legisladores. Sin embargo, el diputado Marcelo Freitas, integrante de la CCJ, insistió en que no se habían suavizado los ahorros específicos del plan de poco más de 1 billón de reales (US$ 255,000 millones) durante la próxima década.

"El voto positivo es un buen augurio, pero queda un largo camino por recorrer", dijo Mauricio Oreng, estratega de Rabobank. "La comisión especial es más importante (...) y puede haber un límite en el optimismo del mercado a corto plazo".

El proyecto de ley ahora irá a la comisión especial antes de pasar al pleno de la Cámara de Diputados, donde necesitará al menos 308 votos en dos rondas de votación para avanzar al Senado.