El mandatario de Bolivia, Evo Morales, se pronunció tras el fallo de la Corte de La Haya. (Foto: EFE)
El mandatario de Bolivia, Evo Morales, se pronunció tras el fallo de la Corte de La Haya. (Foto: EFE)

Tras el fallo adverso en la corte de La Haya en su demanda marítima contra Chile, Bolivia comenzó a acelerar con urgencia proyectos alternativos para su comercio de ultramar y reducir así su amplia dependencia de los puertos del norte chileno.

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) falló el lunes que Chile no tiene la obligación de negociar con La Paz sobre su centenario reclamo para una salida soberana al océano Pacífico, la que perdió en una guerra a fines del Siglo XIX.

La frustrada posibilidad de abrir una negociación reflotó en Bolivia la idea de que su comercio no puede seguir dependiendo de los puertos, como los de Antofagasta, Iquique o Arica, por donde fluye el grueso de sus actividades económicas.

Los empresarios privados volvieron a poner en el tapete que el país tiene vías alternas para sus importaciones y exportaciones, que no están aprovechadas de manera eficiente, como los llamados puertos sobre la hidrovía Paraná-Paraguay que desembocan en el océano Atlántico.

"No podemos, como país, seguir dependiendo en un 75% de nuestra carga marítima de exportaciones e importaciones que pasen por puertos chilenos y que dejan beneficios en aquel país", afirmó Gary Rodríguez, gerente de la ONG privada Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).

Mencionó, por ejemplo, que entre el 2013 y 2017 se registraron unos 60 paros en puertos chilenos que causaron un daño económico por unos US$ 300 millones a los operadores comerciales bolivianos.

Según Rodríguez, hay que "mirar con carácter de urgencia alternativas a corto plazo, como la posibilidad de activar mucho más los puertos, que en la cabecera de la hidrovía, están dispuestos y ya funcionando para sacar la carga boliviana".

Unos cuatro embarcaderos están sobre la vía fluvial, en la casi triple frontera que comparten Bolivia, Brasil y Paraguay y que siempre se han visto como vías alternativas a las terminales chilenas.

También dijo que urgen acelerar los usos de los puertos de Ilo y Matarani, en el sur peruano.

El gerente de la patronal Cámara Nacional de Industrias, Fernando Hinojosa, recomendó por su parte, que el gobierno debe invertir recursos para potenciar la zona de Ilo, que "tiene facilidades que no se han aprovechado en décadas", desde que se firmaron acuerdos bilaterales en 1992, y que Bolivia haga cumplir el Tratado de 1904 suscrito con Chile que garantiza un tránsito irrestricto.

Chile reconoce a Bolivia el derecho de tránsito comercial por puertos chilenos en el Pacífico así como el uso gratuito de sus instalaciones y arancel cero para sus exportaciones e importaciones.

Según las autoridades chilenas, el 80% de las mercancías que pasan por el puerto de Arica, fronterizo con los dos países, procede de Bolivia.

Acelerar corredor biocéanico
El presidente Morales, quien aún digiere la derrota sufrida en La Haya, anunció que su país pisará el acelerador a fondo para la construcción del corredor ferroviario para unir los océanos Pacífico y Atlántico, aunque depende de una millonaria inversión y de acuerdos mancomunados con Brasil y Perú.

"Ahora vamos a acelerar, con esta mala experiencia de la Corte Internacional de Justicia, el tren bioceánico: salir hacia el Atlántico por el puerto Santos y al Pacífico por puerto Ilo. Pero además de eso también vamos a acelerar Puerto Bush", sobre la hidrovía con Paraguay, dijo el gobernante la víspera tras regresar de La Haya, donde presenció la lectura del fallo.

La ministra de Planificación, Mariana Prado, dijo este miércoles que hay dos tareas inmediatas, corredor ferroviario y los puertos fluviales, que requerirán de la acción estatal y privada.

Mencionó que las estimaciones hablan de unas inversiones "entre US$ 600 millones y US$ 800 millones" sobre la hidrovía y que en el caso del tren interoceánico "está mucho más avanzado (porque) tenemos la manifestación del gobierno alemán de participar con nosotros" en la ejecución, a un costo preliminar de unos US$ 15,000 millones. Esta obra también interesa a Suiza y España.

"Se va hacer de la manera más rápida posible", dijo la ministra.

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