Consideran que la política monetaria ha servido para afrontar los flujos de capital y los tipos de cambio, incluso, durante la crisis provocada por el COVID-19. (Foto: EFE / Marcelo Sayão)
Consideran que la política monetaria ha servido para afrontar los flujos de capital y los tipos de cambio, incluso, durante la crisis provocada por el COVID-19. (Foto: EFE / Marcelo Sayão)

Los bancos centrales de Latinoamérica, Turquía y Sudáfrica creen que han actuado bien en respuesta a la crisis por la pandemia del, según una encuesta que el Banco de Pagos Internacionales (BPI).

El reporte, titulado “Flujos de capital, tipos de cambio y marcos de política monetaria en América Latina y otras economías”, recoge los resultados de dos encuestas realizadas a algunos bancos centrales miembros del Consejo Consultivo de las Américas y a los bancos centrales de Sudáfrica y Turquía.

Consideran que la política monetaria ha servido para afrontar los flujos de capital y los tipos de cambio, incluso, durante la crisis provocada por el COVID-19.

La encuesta incorpora las respuestas de nueve bancos centrales, que incluyen los miembros del Consejo Consultivo de las Américas, excepto la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, México y Perú), además del Banco Central de Turquía y el Banco de la Reserva de Sudáfrica.

Los bancos centrales respondieron a dos cuestionarios, uno sobre los tipos de cambio y flujos de capital y los canales de transmisión a través de los que impactan en sus economías; y otro sobre los indicadores y modelos que utilizan para evaluar los impactos en los tipos de cambio y los flujos de capital.

Otra encuesta se centró en la respuesta de estas entidades a la crisis por la pandemia del COVID-19, que representa “la prueba más severa” que han tenido que afrontar en los últimos años.

Respuesta a la pandemia

Consideran que sus políticas monetarias han funcionado bien en esta crisis y sólo en pocos casos algunos bancos centrales tuvieron que cambiar sus mandatos legales para ampliar las herramientas que pueden emplear, pero la necesidad de utilizarlas no ha llegado todavía y es posible que no llegue en un futuro predecible.

Por ejemplo, en Chile se modificó la constitución para permitir al banco central comprar deuda soberana en el mercado secundario con fines de estabilidad financiera y con el voto de, al menos, 4 de los 5 miembros del consejo.

En Brasil, el banco central obtuvo la autorización legal para adquirir deuda privada en el mercado secundario nacional.

TIPOS DE CAMBIO e ÍNDICES DE BONOS

Los bancos centrales de Brasil, México y Sudáfrica consideraron que el tipo de cambio de sus divisas reacciona con más fuerza a los riesgos globales que el de otras divisas de economías emergentes.

La inclusión en los índices de bonos globales es con frecuencia “un factor importante para suscitar la inversión de grandes inversores institucionales extranjeros como los fondos de pensiones y las aseguradoras”.

Estos índices son, por ejemplo, el FTSE World Government Bond Index (WGBI), en el que México entró en el 2011, o el Bloomberg Barclays Global Aggregate Index, en el que Perú y Colombia entraron en el 2020.

Dado que estos índices invierten a largo plazo, los bancos centrales consideran que estar en ellos tiene “una influencia estabilizadora en los flujos de capital”.

“Sin embargo, en respuesta a una volatilidad global extrema, estos inversores también se pueden retirar más rápida e insistentemente”, según los bancos centrales consultados por el BPI, cuya sede está en la ciudad suiza de Basilea.

Comunicación

Estos bancos centrales también dicen que han mejorado su comunicación los últimos veinte años y se han vuelto más transparentes para llegar a una audiencia mayor y no solo a los analistas del mercado.

También señalan que su comunicación se ha vuelto más complicada en la medida que utilizan cada vez más instrumentos de política monetaria adicionales.