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ha firmado nuevos contratos de misiles por un monto de más de US$ 1,000 millones en los tres meses posteriores al anuncio de su retirada del tratado de desarme nuclear INF, afirmaron activistas antinuclear.

"La retirada del tratado INF dio el puntapié inicial a una nueva Guerra Fría", advirtió Beatrice Fihn, directora de la Campaña Internacional para la Abolición de Armas Nucleares (ICAN), premio Nobel de la Paz 2017. 

El presidente estadounidense, , anunció en octubre de 2018 la retirada de su país del tratado de armas nucleares de alcance medio (INF) firmado con la ex URSS al final de la Guerra Fría, en 1987.

Washington acusa a Rusia de haber violado las disposiciones de este tratado al desarrollar un nuevo sistema de misiles de este tipo. 

En represalia, el presidente ruso, , suspendió oficialmente a principios de marzo la participación de su país en el INF. Este texto crucial abolía el uso por parte de Washington y Moscú de misiles tierra-tierra con un alcance de entre 500 y 5,500 km.

En los tres meses que siguieron al anuncio de Trump, el gobierno estadounidense "ha firmado nuevos contratos de misiles por más de US$ 1,000 millones", según un informe de ICAN y de otro grupo antinuclear, PAX. 

Los contratos, por un monto total de más de US$ 1,100 millones, fueron concluidos sobre todo con las empresas estadounidenses Raytheon, Lockheed Martin y Boeing.

"El Congreso (estadounidense) debe investigar al 'lobbying' de Boeing, Lockheed Martin y Raytheon, que se quedaron con la parte del león" de los contratos, señaló Fihn en un comunicado. 

Los autores del informe reconocen que no saben si todos estos nuevos contratos están vinculados a la producción de nuevas armas nucleares.

"Lo que está claro es que hay una nueva carrera hacia la fabricación de más misiles, que beneficia a un puñado de empresas estadounidenses e inundará el mercado de misiles sin importar su alcance", se lamentó. 

Este informe estima, por otra parte, que al menos US$ 116,000 millones (unos 102,000 millones de euros) de contratos gubernamentales están actualmente en curso con empresas privadas en Francia, India, Italia, Holanda, Reino Unido y Estados Unidos, para la producción, desarrollo y almacenamiento de armas nucleares.