Venezuela
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Primero fue el pollo, después el azúcar. La carne desapareció y el pan poco después. La escasez de alimentos en , unos precios desorbitados y el crimen desenfrenado hicieron que Verónica García tomase la decisión: encontraría refugio en Buenos Aires.

Sin embargo, García fue recibida por la crisis monetaria argentina cuando ella y su novio, Miguel Nicorsin, llegaron a finales de junio. El peso ha caído un 50% este año, la inflación está aumentando y la economía se está hundiendo en una recesión.

La situación ha asustado a la joven pareja. Si bien es cierto que es muy poco probable que Argentina se convierta en la próxima Venezuela, los jóvenes emigrados no pueden evitar ver la crisis actual desde la perspectiva de la reciente, y muy traumática, experiencia en su país.

"Venezuela comenzó así", dijo García, asistente de contabilidad de 25 años. "No puedo estar yendo de un país a otro. Quiero ver si puedo establecerme aquí".

García y Nicorsin forman parte de los casi 70,000 venezolanos que han llegado a Argentina en los últimos dos años y medio, según cifras del Gobierno. A medida que Venezuela se sumía en una crisis humanitaria, alrededor de 2.3 millones de personas se han marchado al extranjero, de los cuales 1.6 millones han huido desde el 2015, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas en agosto.

En Buenos Aires, a menudo asumen trabajos mal remunerados, como reparto de alimentos, trabajos en tiendas de ropa, en bares o restaurantes.

Argentina y Venezuela divergen políticamente, y sin embargo ambos son las economías de peor rendimiento de Latinoamérica este año. Solo que a Venezuela le va mucho, mucho peor.

Cuando el precio del petróleo se desplomó en el 2014, Venezuela comenzó a quedarse sin liquidez. El bolívar entró en caída libre en el mercado negro mientras el presidente Nicolás Maduro aumentaba la impresión de dinero, desencadenando uno de los mayores episodios de hiperinflación de la historia reciente.

Un índice de Bloomberg sitúa la tasa anual en más de 100,000% en la actualidad, mientras que el Fondo Monetario Internacional predice que superará el 1 millón por ciento para finales de año.

Argentina no se enfrenta a tal apocalipsis, pero su recuperación con el presidente Mauricio Macri -un gran detractor de Maduro- se ha descarrilado. Se esperaba un crecimiento del 3% a principios de año, pero ahora la economía de Argentina podría contraerse en ese nivel mientras la inflación se dispara a más del 40%, el doble del pronóstico de enero.

Aun así los venezolanos todavía emigran a Argentina porque el idioma es el mismo, es seguro y el papeleo de inmigración es más fácil en comparación con otras naciones latinoamericanas.