ACEROS
ACEROS

El último golpe comercial del presidente Donald Trump sobre el acero y el aluminio cayó directamente en medio de las negociaciones del TLCAN, eclipsando los esfuerzos de sus propios negociadores y los de sus mayores mercados de exportación para actualizar el acuerdo de libre comercio más importante de América.

Un día de después de todo el parloteo sobre si lo hará o no lo hará, Trump anunció el jueves que tenía la intención de aplicar aranceles del 25% a las importaciones de acero y del 10% a las de aluminio.

Los detalles no están claros, incluso si algunos países aún pueden estar exentos, pero las implicaciones llegaron hasta la séptima ronda de conversaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en Ciudad de México.

Canadá amenazó con responder, en uno de los términos más duros contra la administración Trump desde que las conversaciones sobre el TLCAN comenzaron el año pasado, y una persona familiarizada con la posición de México dijo que la nación planea hacer lo mismo.

Canadá es el principal proveedor de importaciones de acero y aluminio de EE.UU., mientras que México es el cuarto mayor proveedor de acero. Varios grupos industriales condenaron la medida de EE.UU. y advirtieron que provocaría una guerra comercial.

Si bien las cifras de EE.UU. muestran que el TLCAN juega solo un papel parcial en el comercio de los dos metales, el efecto podría ser mucho más amplio.

El requisito de contenido regional para automóviles, por ejemplo, es sin duda el mayor punto de fricción en el trabajo para actualizar el TLCAN, incluido si es necesario rastrear la fuente del acero utilizado para construirlos, y cómo hacerlo.

El trabajo para encontrar una solución ya se retrasó esta semana cuando el principal negociador de Trump sobre el tema fue llamado de regreso a Washington.

Agenda ‘EEUU. primero’
"Estos aranceles son otro ejemplo más la de agenda altamente proteccionista de “EE.UU. primero” desarrollándose en tiempo real", dijo Adam Taylor, un director de Export Action Global y ex funcionario de comercio canadiense. 

"Que lleguen justo en medio de las negociaciones del TLCAN es preocupante ya que México y Canadá ven la modernización como una mejora y una actualización del TLCAN, mientras que EE.UU. ve las conversaciones del TLCAN 2.0 como una forma de erigir nuevas barreras".Representantes de los sectores del acero y el aluminio de Canadá dijeron que esperan que el país quede exento.

El presidente del sindicato United Steelworkers, Leo Gerard, hizo una solicitud similar, y el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, viajó a Washington el miércoles y se reunió con el Secretario de Comercio, Wilbur Ross, para pedir la misma exclusión y dejar claro que la nación tomaría represalias si se le aplican aranceles, haciendo eco de los planes de la Unión Europea.

El sindicato United Steelworkers apoyó nuevos aranceles, dijo Gerard en una declaración, pero "será fundamental enfocar la atención en los países que han creado el problema", no todos los países.

"Cualquier solución debe eximir la producción canadiense", dijo Gerard.

En términos de relaciones, una disputa de 2009 - cuando México impuso aranceles de represalia a alrededor de 90 productos estadounidenses por un total de US$ 2,400 millones en exportaciones anuales, sirve como ejemplo de lo que la nación puede hacer en respuesta a una medida de EE.UU.- según una persona cercana a la posición del país latinoamericano, que pidió no ser identificada.

En la disputa de ese año sobre el transporte por camión, México adoptó medidas de represalia en respuesta a la negativa de EE.UU. a implementar un plan de transporte transfronterizo acordado bajo el TLCAN.

Eso contribuyó a un descenso del 26% con respecto al anterior año en las exportaciones agrícolas de EE.UU. a México y afectó a productos que incluyeron el vino, la pasta de dientes, la carne de cerdo, las cebollas y el agua mineral.La séptima ronda de conversaciones del TLCAN comenzó el 25 de febrero y concluye el 5 de marzo, cuando se espera que se reúnan los funcionarios de gabinete que lideran las negociaciones de los tres países.

Hasta el momento, los negociadores han concluido cuatro capítulos de unos 30, y las conversaciones podrían extenderse durante el resto de este año e incluso hasta 2019.El acero y el aluminio no usan masivamente el TLCAN.

Mientras EE.UU. compró US$25.600 millones en hierro, acero, aluminio y artículos de estos metales a Canadá y México en 2017, solo un 22% se comercializó bajo el TLCAN, según datos de la Comisión de Comercio Internacional de EE.UU.La canciller canadiense, Chrystia Freeland, respondió el jueves a la amenaza de Trump, calificando de "absolutamente inaceptable" incluir a Canadá en medidas del acero y el aluminio y destacando que el país es también el principal comprador de acero estadounidense.

"Es completamente inapropiado ver cualquier intercambio con Canadá como una amenaza de seguridad nacional para los EE.UU.", dijo en una declaración. "Si se imponen restricciones a los productos de acero y aluminio canadienses, Canadá tomará medidas de respuesta para defender sus intereses comerciales y sus trabajadores”.