Una manifestación pro Rusia el 10 de abril de 2022 en la ciudad alemana de Fráncfort (Foto: AFP).
Una manifestación pro Rusia el 10 de abril de 2022 en la ciudad alemana de Fráncfort (Foto: AFP).

Desde tiendas salpicadas con pintura hasta insultos en la calle, las agresiones a la comunidad rusa en se han multiplicado tras la invasión de , con lo que las autoridades temen que el conflicto sea importado a su territorio.

Para denunciar la “rusofobia” en Alemania, el país que alberga la mayor diáspora rusa de la Unión Europea, se organizan caravanas con banderas rusas, lo que ha levantado críticas por su falta de distanciamiento de la ofensiva militar rusa.

Este domingo se registraron nuevas manifestaciones en Fráncfort y en Hanóver y el sábado hubo marchas en Lübeck y Stuttgart, que congregaron a cientos de personas para denunciar la “discriminación” antirrusa.

Christian Freier, de 40 años, organizador de una caravana en Berlín el domingo pasado con 400 vehículos, dice recibir a diario cientos de amenazas de muerte.

La página de internet de su taller de automóviles fue pirateada y su índice de audiencias ha caído en picada. “Mi vida es un infierno”, se quejó este ruso-alemán.

Esta movilización generó conmoción en la esfera política alemana, ya que coincidió con la difusión de la información sobre la matanza en la localidad ucraniana de Bucha.

“Mi objetivo era solamente protestar contra las agresiones diarias contra los rusos en Alemania”, aseguró Freier, quien insiste en que la manifestación no tenía nada que ver con el conflicto, del cual no quiso hablar.

Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania se han reportado a la policía 383 delitos antirrusos y 181 delitos antiucranianos.

En Alemania hay cerca de 1.2 millones de personas originarias de Rusia y una colonia de 325,000 ucranianos, a los cuales se suma la reciente llegada de cerca de 316,000 refugiados por la guerra.

“Procesión de la vergüenza”

“Cada guerra es condenable y ninguna es justificable”, agregó uno de los organizadores de la marcha en Berlín, el alemán René Hermann, de 50 años.

Pero lejos de los periodistas, el hombre tiene un blog con miles de seguidores en la red social Tiktok. Hasta la suspensión reciente de su cuenta, divulgó numerosos mensajes típicos de la propaganda a favor del Kremlin.

En uno de ellos señaló que “prisioneros cuentan que Kiev ordenó montar una masacre para manipular a la opinión occidental”.

“Los motivos de participación en esas manifestaciones son heterogéneos”, explicó Jochen Töpfer, sociólogo de la Universidad Otto-von-Guericke de Magdeburgo y especialista en la sociedad rusa.

“El organizador habló de una manifestación contra la discriminación en Alemania. A su lado participan seguidores de Putin, ciertamente, o personas que no quieren a Putin pero tampoco quieren ver a su país (Rusia) desacreditado, a pesar de la guerra”, indicó a AFP.

La marcha en Berlín suscitó una ola de indignación nacional que el diario Bild calificó como las “procesiones de la vergüenza”. El domingo el medio acusó a los participantes de las nuevas movilizaciones de ser “seguidores de Putin” que “niegan los crímenes de guerra”.

“Por amor al cielo, ¿cómo se puede autorizar esta marcha de vehículos de la vergüenza en pleno Berlín?”, preguntó el embajador ucraniano en Alemania, Andrij Melnyk, dirigiéndose a la alcaldesa berlinesa, Franziska Giffey.

Ella dijo “comprender” su molestia, pero aclaró que no puede prohibir una manifestación en la que se ondearon “banderas rusas”.

Rusos “occidentalizados”

Las autoridades de seguridad “vigilan de cerca hasta dónde los ciudadanos rusos, y también ucranianos, son un peligro en Alemania”, declaró la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser.

“Debemos velar muy atentamente que esta guerra no sea importada a nuestra sociedad”, agregó.

Pero el investigador Tobias Rupprecht de la Universidad Libre de Berlín duda de esa hipótesis: “la mayoría de los rusos aquí tienen una imagen muy crítica del conflicto, tienden a ser más occidentales que los rusos en Rusia”.

Sin embargo, “cuanto más dure la guerra, mayor es el riesgo de ver más delitos cometidos en ese contexto en Alemania”, advirtió Töpfer.

Otras organizaciones rusas también condenaron las caravanas.

“Nosotros no toleramos que los pocos casos de discriminación sean utilizados como pretexto para actos propagandísticos pro-Putin”, sostuvo la comunidad de alemanes rusos en Hesse.