Rusia 2018: Tras viaje maratónico, peruanos llevan su esperanza mundialista hasta la estepa rusa

Rusia 2018. El camino desde los Andes hasta las estepas rusas es muy largo, pero Gino Huaneo no iba a perderse la oportunidad de ver a la selección peruana de fútbol en su primera actuación mundialista en casi 36 años.

El ingeniero de 27 años viajó desde su ciudad natal, Cusco, a Lima. Desde allí pasó por Ámsterdam y Moscú para finalmente pasar nueve horas arriba de un tren hasta Saransk, en la República de Mordovia, donde Perú enfrentará a Dinamarca  en su primer partido por el Grupo C.

"Tuve que ahorrar mucho para hacer este viaje", dijo Huaneo. "Pero nosotros tenemos grandes posibilidades. Tenemos un buen equipo".

Huaneo es uno de cientos de peruanos que se trasladaron a Saransk vestidos con los colores nacionales rojo y blanco, algunos con distintivos deportivos y sombreros de estilo indígena e incluso adornos de plumas. Un hombre incluso llevaba una llama inflable.

El avión de la tarde del jueves desde Moscú a Saransk estaba casi completamente lleno de hinchas peruanos que aplaudieron cuando despegó, vitorearon cuando aterrizó e incluso rompieron en cánticos cuando el autobús los dejó en la terminal.

"Después de 36 años, tenemos que darlo todo", dijo Huaneo fuera del estadio en la víspera del partido.

El aficionado estaba encantado con el regreso del capitán Paolo Guerrero, quien dio positivo en un control antidopaje en el cierre de la eliminatoria y cuya presencia en Rusia recién se confirmó hace pocos días.

Paolo Guerrero fue suspendido luego de dar positivo por un subproducto de la cocaína contenido en un té, que dijo había bebido involuntariamente. En Perú y otras naciones andinas, las hojas de coca a menudo se consumen legalmente con agua caliente como un té.

"Es nuestro mejor jugador, un Messi peruano. Mañana cuando cantemos nuestro himno nacional, todo el mundo lo sentirá", dijo Huaneo.

Otros hinchas se congregaron en los alrededores del Arena Mordovia a las afueras de la tranquila ciudad dominada por una arquitectura de estilo soviético.

Milagros Huaita, una estudiante de Lima de 24 años, llegó con su madre Berta, sus tíos y un primo, también después de hacer un largo viaje en avión y tren.

"Es la primera vez en mi vida que veo a Perú un Mundial", dijo. "El equipo es muy bueno. No hemos perdido en 14 partidos. Vamos hacia la final".