Kylian Mbappe es la joven figura del campeón de Rusia 2018. (Foto: AFP)
Kylian Mbappe es la joven figura del campeón de Rusia 2018. (Foto: AFP)

Moscú.— Francia conquistó su segunda Copa del Mundo al vencer el domingo 4-2 a Croacia en una final exuberante en goles, la aplicación del videoarbitraje y una invasión de cancha.

Más efectiva al acechar en el ataque que con abundancia de juego vistoso, los goles de Kylian Mbappé, Paul Pogba, Antoine Griezmann y el tanto en propia puerta de Mario Mandzukic sellaron el triunfo de Les Bleus en Moscú.

A sus 19 años, Mbappé se convirtió en apenas el segundo adolescente en facturar un gol en una final mundialista. ¿El otro? Ese fue Pelé, quien tenía 17 años cuando firmó un doblete para Brasil en la final de 1958.

Con el presidente ruso Vladimir Putin entre los espectadores, el partido en el estadio Luzhniki fue interrumpido a los 52 minutos, cuando cuatro personas irrumpieron en la cancha. Pussy Riot, el grupo de activistas y música punk de Rusia, se atribuyó la responsabilidad por el incidente. Las cuatro personas ingresaron a la cancha de manera simultánea, ataviadas con lo que parecían uniformes policiales antiguos, y fueron derribadas por personal de seguridad.

Francia se proclamó campeona por segunda ocasión tras hacerlo como anfitriona hace 20 años, cuando venció a Brasil con una memorable actuación de Zinedine Zidane.

El capitán de aquella selección fue Didier Deschamps, el actual entrenador. En su eufórico festejo, los jugadores franceses lanzaron al aire al estoico Deschamps, quien logró convertirse en el tercer hombre en ganar la copa como jugador y técnico. Los anteriores fueron el brasileño Mario Zagallo y el alemán Franz Beckenbauer.

Mandzukic e Ivan Perisic fueron los autores de los goles de Croacia, la nación más pequeña en población en disputar la final de un Mundial desde la consagración de Uruguay en Brasil 1950.

En su primera final en la máxima cita del fútbol, los croatas ejercieron un claro dominio ante un adversario que fue más calculador y prefirió esperar.

Francia se adelantó con el autogol de Mandzukic a los 18 tras desviar a su propia puerta un tiro libre cobrado por Griezmann, pero Perisic lo empató diez minutos después con un zurdazo.

A los 38, Griezmann restableció la ventaja francesa con un penal que fue señalado tras el primer uso del VAR en una final mundialista.

Luego que el arquero francés Hugo Lloris salvó a su equipo al manotear afuera un disparo de Ante Rebic tras el regreso del descanso, Les Bleus dieron los zarpazos finales mediantes las brillantes definiciones de Pogba y Mbappé a los 59 y 65, respectivamente.

Pogba definió con un zurdazo tras una jugada armada por Mbappé y Griezmann. Lo tuvo que hacer en un segundo intento, luego que su primer disparo rebotó en un zaguero croata. El cuarto no tardó en llegar, con Mbappé sacando un derechazo que tomó a contratiempo al arquero Danijel Subasic.

Croacia encontró el descuento a los 69 mediante un garrafal error de Lloris en un intento de despeje y Mandzukic capitalizó.

Francia supo regular el resto del trámite para coronarse tras el sinsabor de perder la final de 2006 ante Italia, definida por penales y recordada más por la expulsión de Zidane tras darle un cabezazo a Marco Materazzi.

Ordenada, pragmática y, sobre todo, depredadora, Francia fue justa campeona con una talentosa generación de futbolistas y un plantel tasado sobre los US$ 1,000 millones.

Croacia venía de remontar en sus tres partidos de la fase de eliminación directa, jugando alargues en todos e imponiéndose por penales en los primeros dos. Pero toda la calidad creativa de Modric y Rakitic pudo con la potencia francesa.

Fue el resultado previsible e inevitable para un Mundial que sin embargo se había caracterizado todo el último mes por los inesperados fiascos de las grandes potencias como Alemania, Argentina y España.