El USGS (United States Geological Survey, por sus siglas en inglés) emite el reporte diario de los recientes temblores que se producen dentro de su territorio, principalmente, en los estados de California, donde se encuentra la falla de San Andrés (zona de frecuentes terremotos), Texas, Hawái, Alaska, Nueva York, Nevada y Oregón. La razón de los altos índices de sismicidad se debe a la ubicación geográfica del país entre muchas placas de las que sobresalen las del Pacífico, Norteamericana y Juan de Fuca. En ese sentido, te compartiré datos claves de los últimos temblores en los Estados Unidos como la hora exacta, la magnitud, el lugar del epicentro y la profundidad.
Asimismo, en este artículo podrás revisar las indicaciones preventivas que ofrece el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden y el resto de autoridades competentes para estar preparados ante un eventual caso de emergencia. Según el portal ShakeOut, se recomienda “agacharse, cubrirse y sujetarse” al momento del sismo y, luego, transmitir un mensaje de tranquilidad hacia tus seres queridos. Prepara una mochila de emergencia con alimentos, ropa y un botiquín de primeros auxilios.
Consulta el reporte oficial del USGS con los últimos temblores en Estados Unidos confirmados hoy, viernes 18 de octubre, desde los estados de California, Nueva York, Texas, Oregón, Hawái, Nevada, Washington, Nueva Jersey, entre otros. Cada un de estos datos que mostraremos a continuación cuenta con la información oficial del mapa interactivas Latest Earthquakes del USGS, la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) y las alertas sísmicas del MyShake y ShakeAlert, que avisan a la población segundos antes de un fuerte temblor superior a los 4.5 grados de magnitud en la escala Richter.
Hay más daños y más muertes por terremotos en otras partes del mundo debido principalmente a que los edificios están mal diseñados y construidos para regiones sísmicas, y a la densidad de población.
Te brindamos tres recomendaciones principales que debemos saber en caso ocurra un sismo mientras estamos en nuestro lugar de trabajo.
La magnitud e intensidad son dos conceptos que, si bien están relacionados entre sí, a menudo suelen confundirse. La magnitud es una medida del tamaño de un sismo que tiene relación con la cantidad de energía liberada en forma de ondas elásticas. Se puede considerar como el tamaño relativo de un sismo y entrega un valor único para dicho evento.
En cambio, la intensidad es una medida de los efectos producidos por un sismo en personas, animales, estructuras y terreno en un lugar particular. Existen varias escalas de intensidad. En Chile se utiliza la Escala de Intensidades de Mercalli Modificada (NCh3 of.61). En esta escala, los valores de intensidad se denotan con números romanos que clasifican los efectos sísmicos con doce niveles ascendentes en severidad. La intensidad no solo depende del tamaño del sismo (magnitud) y de la fuerza del sismo (aceleración), sino que también de la distancia epicentral, la geología local, la naturaleza del terreno y el tipo de construcciones en el lugar. Para un mismo temblor habitualmente se reportan varias intensidades las que, en general, decrecen a medida que la distancia epicentral aumenta.
Ocurren por la liberación violenta de energía acumulada en rocas del interior de la Tierra. La principal causa de esta acumulación de energía en la litósfera ocurre por los esfuerzos y deformaciones asociados a la interacción de placas tectónicas en sus bordes activos.
Según la tectónica de placas, la litósfera se divide en numerosos fragmentos denominados “placas”, que están en continuo movimiento relativo entre ellas. Así también, éstas convergen (bordes convergentes) o se separan (bordes divergentes) o se desplazan lateralmente (bordes transformantes). Entonces, los terremotos ocurren debido al movimientos de placas.
Gran parte del territorio continental chileno se encuentra ubicado sobre la placa Sudamericana, cercano al margen convergente que la divide de la placa de Nazca. En este caso el borde es convergente, o en otras palabras, de subducción.
En esta zona de subducción, donde la placa de Nazca desliza por debajo de la placa Sudamericana, a una velocidad de 6 a 7 centímetros por año, hay sectores en donde se “traba” el movimiento, acumulando energía hasta que, finalmente, esta energía es liberada causando un terremoto.
No existe ningún patrón en California de terremotos grandes y dañinos que se produzcan con mayor frecuencia durante periodos de fuertes precipitaciones o periodos de sequía. Por lo tanto, es poco probable que el riesgo sísmico se vea afectado por las precipitaciones. Esto tiene sentido, ya que el agua de lluvia no puede filtrarse fácilmente varios kilómetros por debajo de la superficie terrestre hasta las profundidades donde se producen la mayoría de los terremotos.
Sin embargo, los periodos de fuertes precipitaciones o de sequía pueden afectar indirectamente a las fallas sísmicas. Por ejemplo, los patrones de precipitación pueden afectar al peso de los materiales cercanos a la superficie y de los embalses. También el rellenado de los acuíferos subterráneos puede hacer que la corteza terrestre se expanda (unos milímetros) en algunos lugares y se contraiga en otros, ocurriendo lo contrario durante los periodos secos. Esto puede provocar pequeños cambios en las tensiones de las fallas que, en principio, podrían influir ligeramente en los índices de sismicidad.
Algunos estudios han descubierto que los índices de microterremotos en California pueden sufrir pequeñas variaciones probablemente relacionadas con los patrones de precipitación. Por ejemplo, científicos de la Universidad de Stony Brook estudiaron los registros continuos de movimiento de los Sistemas Globales de Navegación por Satélite (GNSS) para detectar ciclos anuales de expansión y contracción de la superficie terrestre, y los relacionaron con los patrones y la intensidad de las precipitaciones. Utilizando modelos informáticos, demostraron que las variaciones anuales de tensión en las fallas de California son mayores durante los años de precipitaciones inusualmente intensas o de sequía. Este estudio de 2021 concluyó que cabría esperar un número ligeramente superior de terremotos en algunas zonas del este de California durante los inviernos con precipitaciones intensas que en los inviernos de sequía y, por el contrario, que cabría esperar un número ligeramente inferior de terremotos en la falla de San Andrés durante los inviernos de precipitaciones intensas en comparación con los inviernos normales o de sequía.
Otros estudios sugieren que una gran carga de agua distribuida uniformemente durante la estación lluviosa puede suprimir la sismicidad, mientras que el agua superficial distribuida de forma desigual (por ejemplo, el agua concentrada en un valle o en una montaña) tiene un pequeño potencial para aumentar la sismicidad. Se trata de un campo de investigación en curso.
En todo el mundo, la probabilidad de que a un terremoto le siga otro mayor en las proximidades y en el plazo de una semana es de aproximadamente el 5%.
Cuando se produce un terremoto, puede desencadenar otros terremotos cercanos en lo que los sismólogos denominan una secuencia de terremotos. En la mayoría de las secuencias, estos terremotos posteriores serán menores que el primero. El primer seísmo, el de mayor magnitud, se denomina seísmo principal y los seísmos posteriores, de menor magnitud, se denominan réplicas.
En ocasiones, un nuevo seísmo es mayor que cualquiera de los anteriores. En ese caso, el nuevo seísmo de mayor magnitud se denomina seísmo principal y todos los seísmos anteriores de la secuencia se denominan temblores previos. Las observaciones muestran que la probabilidad de que a un seísmo le siga otro de mayor magnitud en las proximidades y en el plazo de una semana es de aproximadamente el 5%.
Ese 5% de probabilidad varía en función del nivel de actividad de la secuencia de réplicas. Algunos terremotos tendrán más o menos réplicas que la media, lo que los hará más o menos propensos a ser seguidos por un terremoto de mayor magnitud, respectivamente. El USGS publica previsiones de réplicas para todos los seísmos de magnitud superior a 5 en Estados Unidos y sus territorios. Estas previsiones proporcionan estimaciones más precisas de las probabilidades de réplicas y presísmos.
California es el estado con más terremotos que causan daños. Alaska y California tienen el mayor número de terremotos (no provocados por el hombre).
La ubicación de un terremoto en el interior de la Tierra (también llamado hipocentro), es decir, su epicentro (punto en la superficie sobre el terremoto) junto con su profundidad bajo la superficie, se puede determinar mediante triangulación si lo han registrado al menos 3 sismómetros diferentes.
Como los instrumentos sismológicos están en la superficie o muy cerca de ella, la precisión de la latitud/longitud del epicentro es mucho mayor que la profundidad del terremoto. En casos de terremotos más pequeños o durante cálculos iniciales rápidos, la incertidumbre de la profundidad suele ser demasiado grande para dar un valor significativo. En tales casos, la mayoría de las agencias informarán "10 km" (o a veces 0) como valor típico supuesto.
Por lo tanto, al hacer listas y gráficos de terremotos, esto dará como resultado un grupo falso de terremotos a 10 km de profundidad.
Cada día, miles de personas sienten un terremoto en alguna parte. Millones de personas pueden sentir terremotos más fuertes.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante los 20 años comprendidos entre 1998 y 2017, casi 750.000 personas murieron a causa de terremotos y más de 125 millones de personas resultaron heridas, quedaron sin hogar, desplazadas o gravemente afectadas de otro modo.
La mayoría de los terremotos ocurren en o cerca de los límites de las placas tectónicas. Estos son segmentos más grandes de la corteza terrestre y el manto superior que se mueven entre sí en un movimiento de colisión, separación o lateral. Sin embargo, este movimiento no es un movimiento lento continuo, sino que se produce en pequeños pasos discretos y repentinos que con el tiempo acumulan el movimiento de la placa a gran escala.
La razón es que la fricción mantiene unidos los segmentos más pequeños y más grandes a lo largo del límite durante la mayor parte del tiempo, lo que hace que la tensión se acumule gradualmente. Cuando la tensión acumulada supera la fuerza de la roca, los dos paquetes de roca se mueven repentinamente a una nueva posición estable. Este proceso se conoce como terremoto tectónico: libera energía en forma de ondas sísmicas que provocan temblores de tierra en las áreas por encima del terremoto.
Las escalas de magnitud, al igual que la magnitud de momento, miden el tamaño del terremoto en su origen. Un terremoto tiene una magnitud. La magnitud no depende del lugar donde se realiza la medición. A menudo, se registran varias magnitudes ligeramente diferentes para un terremoto. Esto se debe a que la relación entre las mediciones sísmicas y la magnitud es compleja y a que distintos procedimientos suelen dar magnitudes ligeramente diferentes para el mismo terremoto.
Las escalas de intensidad, como la escala Mercalli modificada y la escala Rossi-Forel, miden la intensidad de las sacudidas en un lugar determinado. Un terremoto provoca sacudidas de diferentes intensidades en la zona del epicentro donde se produce. Por tanto, la intensidad de un terremoto variará en función del lugar en el que se encuentre. A veces se hace referencia a los terremotos por la intensidad máxima que producen.
En Estados Unidos utilizamos la Escala de Mercalli Modificada (MMI). La Escala de Mercalli se basa en los daños observables de los terremotos. Desde un punto de vista científico, la escala de magnitud se basa en registros sísmicos, mientras que la de Mercalli se basa en datos observables que pueden ser subjetivos. Por ello, la escala de magnitud se considera científicamente más objetiva y, por tanto, más precisa. Por ejemplo, un nivel I-V en la escala de Mercalli representaría una pequeña cantidad de daños observables. En este nivel, las puertas sonarían, los platos se romperían y el yeso débil o en mal estado se agrietaría. A medida que el nivel aumenta hacia los números más altos, la cantidad de daños aumenta considerablemente. La intensidad X (10) es el valor más alto de la escala MMI.
Es relativamente fácil adquirir los materiales necesarios y construir su propio sismómetro. Los enlaces que aparecen aquí (cuyo contenido está en inglés) remiten a diversas fuentes con información sobre cómo construir un sismómetro. Pueden ser desde muy sencillos y baratos hasta sofisticados y caros, explica el USGS:
Los terremotos pueden sacudir cualquier lugar en cualquier momento, pero la historia demuestra que se producen siguiendo los mismos patrones generales año tras año, principalmente en tres grandes zonas de la Tierra:
El resto de las sacudidas se encuentran dispersas en diversas zonas del mundo. Los terremotos en las zonas sísmicas prominentes descritas anteriormente se dan por sentados, pero pueden producirse sacudidas dañinas fuera de estas zonas. Algunos ejemplos en Estados Unidos son los de Nueva Madrid, Missouri (1811-1812) y Charleston, Carolina del Sur (1886). Sin embargo, suelen transcurrir muchos años entre estas sacudidas.
La respuesta a esta pregunta no es tan sencilla como parece. Para responderla con mayor precisión, reformularemos la pregunta de cuatro maneras diferentes:
Las Ondas S (secundaria) o tangenciales, son ondas cortantes. Estas tienen un movimiento ondulatorio, que significa que el suelo es desplazado perpendicularmente a la dirección de propagación. El desplazamiento perpendicular puede ser horizontal o vertical con respecto a la dirección de propagación. Para diferenciar entre estos dos movimientos diferentes, las ondas de corte horizontales pueden referirse a las ondas SH, mientras que las ondas de corte verticales pueden denominarse ondas SV. A diferencia de la onda P, la onda S solo puede viajar a través de sólidos. Las ondas S son sentidas por casi toda la población debido a que usualmente la onda S tiene mayor amplitud que la onda P. Las ondas sísmicas viajan a diferentes velocidades, por lo que su registro en las estaciones es en diferentes tiempos. La onda P es más veloz que la onda S, las cuales viajan a la mitad de la velocidad que las ondas P. Mientras más distante se encuentra el terremoto de la estación sísmica, la diferencia entre el tiempo de llegada de las ondas P y S también aumenta. Esta diferencia de tiempo puede ser utilizada por sismólogos para ayudar a localizar dónde ocurrió el terremoto con más precisión.
Las Ondas P o longitudinales, son ondas compresionales. De todas las ondas principales estas viajan con mayor velocidad y con un movimiento de partículas de compresión y dilatación paralelas a la dirección de propagación de la onda. Estas ondas pueden viajar a través de sólidos y fluidos.
No hay conexión conocida entre las condiciones del tiempo y los temblores de tierra. Los terremotos son el resultado de los procesos físicos dentro de la tierra y pueden ocurrir durante tiempo soleado o lluvioso, verano o invierno, regiones templadas o tropicales. Los terremotos se originan a millas debajo de la tierra, fuera del alcance de las condiciones del tiempo, y los cambios en éstas, tales como presión, vientos y nubes que solo afectan la capa superficial de la Tierra.
Es la ocurrencia de un conjunto de temblores de magnitudes similares en la misma zona general, sin la ocurrencia de un evento principal de mayor magnitud. En la Red Sísmica de Puerto Rico, a menudo se detectan algunos enjambres al mes como parte de la actividad sísmica normal en la región.
Muchas personas pueden pensar que la ocurrencia de muchos sismos pequeños puede evitar que ocurra un terremoto grande. La escala de magnitud es logarítmica, cada unidad de magnitud es 30 veces más grande que la unidad anterior. Es decir, se requieren 30 sismos de magnitud 3.0 para liberar la energía de un temblor de magnitud 4.0. O sea que, para liberar la energía de un terremoto de magnitud 7.0 se requerirían un millón de temblores de magnitud 3.0. Los temblores pequeños liberan algo de la energía de la falla, pero no evitan que ocurra un terremoto grande.
Los terremotos ocurren sin ningún aviso y pueden ser tan violentos que no dejan correr ni gatear, por lo que usted será tumbado al suelo en donde esté. "Agacharse, Cubrirse, y Agarrarse" le dará la mejor oportunidad de protegerse durante un terremoto... incluso durante temblores que causan que los muebles se muevan entre los cuartos y hasta en los edificios que pueden ultimadamente derrumbarse. Agachándose, cubriéndose la cabeza (y el cuerpo debajo de una mesa fuerte si es posible), y agarrándose de muebles (aunque estén moviéndose) le ofrece el mejor nivel de protección en la mayoría de las situaciones.
No. Se ha determinado que los animales tienen un comportamiento extraño antes de un evento sísmico ya que tienen los sentidos más agudos y pueden detectar las ondas del suelo antes que los humanos. Pero su cambio en comportamiento no es un factor confiable debido a que no se sabe con seguridad que su comportamiento inusual va a ser precisamente causado por un sismo, sino que podría ser por una inundación, huracán, fuego o cualquier fenómeno de la naturaleza.
Por definición, las réplicas son temblores que ocurren después de un terremoto grande (evento principal). Una réplica ocurre en la misma región del evento principal pero siempre es de una fuerza o magnitud más pequeña. Las réplicas se generan por el desplazamiento de las placas cuando se ajustan y alcanzan su punto de equilibrio después del terremoto principal. éstas son generalmente imprevisibles y pueden derrumbar los edificios que se han dañado con el evento mayor. Si el terremoto es de magnitud alta, es muy probable que siga generando réplicas por mucho tiempo, inclusive años. Esto es más común en áreas sísmicamente activas.
La intensidad de un terremoto es una medida subjetiva que determina el efecto del terremoto en las personas y en las estructuras. Para medirla se utiliza la Escala Mercalli Modificada (MM), que va de I- XII, donde I indica que se registró en los sismómetros pero no fue sentido por las personas y XII significa el colapso total de las estructuras.
La magnitud es la medida del tamaño de un terremoto basada en la cantidad de la energía liberada por el mismo. Esta se basa en los registros obtenidos por los sismómetros. El concepto de magnitud fue desarrollado en 1935 por el Dr. Charles Richter. La escala Richter fue desarrollada para terremotos locales registrados en sismómetros de Woods-Anderson, en California. Hoy día, los científicos usan una escala más sofisticada llamada Escala de Magnitud de Momento para determinar el tamaño de terremotos significativos ya que esta nueva escala relaciona directamente la cantidad de energía liberada por el terremoto con las propiedades físicas de la falla. En la escala de magnitud, cada incremento de un número completo se traduce en 32 veces más energía.
Los terremotos son mayormente el resultado del movimiento de las placas tectónicas, aunque también se ha encontrado que pueden ocurrir tanto por acción volcánica como por actividad humana, principalmente pozos de inyección de aguas residuales. La litósfera, parte más frágil de la Tierra que consiste en la corteza y el manto superior, está fracturada en placas y sub-placas a las que se han denominado placas tectónicas. Estas se mueven alrededor de la Tierra con el tiempo debido a la convección del manto, que es un proceso por el cual la Tierra se está enfriando.
Las placas se mueven de forma que van separándose, chocando o desplazándose lateralmente. En nuestra región existen dos placas grandes y varias pequeñas. Al norte de Puerto Rico se encuentra la placa de Norte América, al sur la placa de América del Sur, al oeste la Placa de Cocos y en el centro la placa del Caribe. Los terremotos en la región de Puerto Rico y las Islas Vírgenes se producen principalmente a partir de la interacción de la Placa de América del Norte con la Placa del Caribe.
De la combinación de los siguientes parámetros depende el grado de destrucción que puede producir un sismo:
Los terremotos se producen en la corteza o manto superior, que se extiende desde la superficie de la Tierra hasta unos 800 kilómetros de profundidad (unas 500 millas). La fuerza de la vibración de un terremoto disminuye a medida que aumenta la distancia desde la fuente del terremoto, por lo que la fuerza de la vibración en la superficie de un terremoto que se produce a 500 kilómetros de profundidad es considerablemente menor que si el mismo terremoto hubiera ocurrido a 20 kilómetros de profundidad.
La falla de San Andrés es una fractura de la corteza terrestre que se extiende por más de 1.300 kilómetros a lo largo de la costa occidental de California, en los Estados Unidos. Esta falla ha jugado un papel clave en la geología de la región, ya que forma el límite entre dos importantes placas tectónicas: la placa del Pacífico, que se encuentra al oeste, y la placa de América del Norte, que se encuentra al este.
Se realiza a través de un instrumento llamado sismógrafo, el que registra en un papel la vibración de la Tierra producida por el sismo (sismograma). Nos informa la magnitud y la duración.
Este instrumento registra dos tipos de ondas: las superficiales, que viajan a través de la superficie terrestre y que producen la mayor vibración de ésta ( y probablemente el mayor daño) y las centrales o corporales, que viajan a través de la Tierra desde su profundidad.
Un terremoto es el movimiento brusco de la Tierra (con mayúsculas, ya que nos referimos al planeta), causado por la brusca liberación de energía acumulada durante un largo tiempo. La corteza de la Tierra está conformada por una docena de placas de aproximadamente 70 km de grosor, cada una con diferentes características físicas y químicas. Estas placas ("tectónicas") se están acomodando en un proceso que lleva millones de años y han ido dando la forma que hoy conocemos a la superficie de nuestro planeta, originando los continentes y los relieves geográficos en un proceso que está lejos de completarse. Habitualmente estos movimientos son lentos e imperceptibles, pero en algunos casos estas placas chocan entre sí como gigantescos témpanos de tierra sobre un océano de magma presente en las profundidades de la Tierra, impidiendo su desplazamiento. Entonces una placa comienza a desplazarse sobre o bajo la otra originando lentos cambios en la topografía. Pero si el desplazamiento es dificultado comienza a acumularse una energía de tensión que en algún momento se liberará y una de las placas se moverá bruscamente contra la otra rompiéndola y liberándose entonces una cantidad variable de energía que origina el Terremoto.
Los gobiernos suelen establecer una serie de recomendaciones a la población para resguardarse y ponerse a salvo en caso de un sismo. Algunas de esas recomendaciones son:
Por lo general, las zonas de mayor probabilidad sísmica en el mundo son aquellas en las que las placas tectónicas ejercen presión unas sobre otras. Estas zonas se denominan “fallas”. Las fallas se encuentran, principalmente, sobre los bordes de las placas tectónicas.
Algunas de las zonas sísmicas más activas son:
Los componentes principales de un sismo son:
Los sismos suelen durar unos pocos segundos. A pesar de eso, muchas veces son muy destructivos. Los sismos de mayor duración pueden alcanzar los 120 segundos. Su duración depende de la cantidad de energía liberada y de la ubicación en la que se produzca el sismo.
La mayoría de los sismos se originan como consecuencia del movimiento de las placas tectónicas. Estas placas interactúan entre sí en sus bordes, donde se acumula energía por el empuje o fricción entre ellas.
Además, existen otros fenómenos que pueden provocar sismos. Algunos de ellos son:
La magnitud de los sismos se mide con la escala de Richter. La magnitud es la cantidad de energía liberada por el sismo, y se mide de 0 a 10. Un sismo de 0 en la escala de Richter es imperceptible en la superficie, mientras que uno de 10 equivale a un sismo de máxima magnitud, y libera una energía equivalente al total del consumo anual de energía de Estados Unidos.
El epicentro viene a ser el punto situado sobre la superficie terrestre, pero en línea vertical del hipocentro, en donde el movimiento sísmico se registra con mayor intensidad y violencia.
El hipocentro es el lugar en donde se origina el movimiento, es decir, en donde tiene lugar el rozamiento de los materiales que descienden por allí, o se produce el deslizamiento de las rocas que ocasionan las vibraciones. Está situado a varios kilómetros de profundidad de la superficie terrestre.
Un terremoto es el movimiento brusco de la Tierra (con mayúsculas, ya que nos referimos al planeta), causado por la brusca liberación de energía acumulada durante un largo tiempo. La corteza de la Tierra está conformada por una docena de placas de aproximadamente 70 km de grosor, cada una con diferentes características físicas y químicas. Estas placas ("tectónicas") se están acomodando en un proceso que lleva millones de años y han ido dando la forma que hoy conocemos a la superficie de nuestro planeta, originando los continentes y los relieves geográficos en un proceso que está lejos de completarse.
Habitualmente estos movimientos son lentos e imperceptibles, pero en algunos casos estas placas chocan entre sí como gigantescos témpanos de tierra sobre un océano de magma presente en las profundidades de la Tierra, impidiendo su desplazamiento. Entonces una placa comienza a desplazarse sobre o bajo la otra originando lentos cambios en la topografía. Pero si el desplazamiento es dificultado comienza a acumularse una energía de tensión que en algún momento se liberará y una de las placas se moverá bruscamente contra la otra rompiéndola y liberándose entonces una cantidad variable de energía que origina el Terremoto.
Los enjambres o secuencias sísmicas (o sea la ocurrencia de un conjunto de temblores en un área específica durante un periodo de tiempo relativamente corto) ocurren con frecuencia en la región de Puerto Rico y las Islas Vírgenes. Instrumentos sofisticados establecidos en años recientes permiten detectar esta actividad sísmica de menor intensidad en la zona. Por lo general, un temblor principal de mayor magnitud puede iniciar un enjambre sísmico en alguna zona, y los temblores que le siguen no son mayores de magnitud al inicial. Los científicos desconocen las causas de estos enjambres y si estos son precursores de otros eventos más fuertes.
Las réplicas son sismos de menor magnitud que ocurren después que se produce un terremoto grande en la cercanía de la zona de ruptura asociada al sismo principal. En algunas ocasiones las réplicas pueden ser similares de magnitud al terremoto original y ocasionar daños adicionales. Algunas series de réplicas duran largo tiempo, incluso superan el lapso de un año, como ocurrió en Puerto Rico después de los temblores del 1867 y 1918.
Durante un terremoto, la energía es liberada en forma de ondas, que viajan desde el punto del origen del terremoto, o sea el hipocentro, y se expanden a través del interior de la Tierra o se proyectan hacia la superficie terrestre. Estas ondas de energía surgen por el súbito rompimiento o división en las rocas de la fallas geológicas, o por fuentes no-naturales como una explosión. Esta energía es registrada por instrumentos como los sismógrafos. Las vibraciones de un temblor por estas ondas se pueden sentir por alrededor de 30 segundos-2 minutos, a pesar de que . No todas las ondas sísmicas son iguales. Hay varios tipos, y cada tipo de onda sísmica tiene un movimiento único. Los dos tipos principales de ondas sísmicas son: las ondas de cuerpo (ondas P y S), y las ondas superficiales (ondas R y L).
Una falla geológica es una fractura en la corteza de la Tierra que separa dos masas de roca, y donde una de las masas de roca se ha desplazado con respecto a la otra. La mayor concentración de fallas están ubicadas en los bordes de las placas tectónicas. Aunque no es común, también hay algunas fallas activas en medio de las placas tectónicas.
Casi el 80 por ciento de los seísmos del planeta ocurren en las costas del océano Pacífico, un área que también recibe el nombre de «Anillo de Fuego» por la gran actividad volcánica que presenta. La mayoría de los terremotos ocurren en zonas sísmicas o fallas geológicas, donde las placas tectónicas (gigantes placas rocosas que conforman la corteza superior del globo terráqueo) colisionan o se rozan entre sí.
El temblor más fuerte de la historia de Estados Unidos fue el Gran Terremoto de Alaska de 1964, con una magnitud de 9,2. El epicentro se ubicó en el centro-sur de Alaska, y el sismo se sintió en todo el país, así como en Canadá y Rusia.
El terremoto provocó un tsunami que alcanzó una altura de hasta 52 metros en algunas áreas. El tsunami causó daños generalizados en las costas de Alaska, Hawái, Japón y la costa oeste de los Estados Unidos.
El terremoto y el tsunami mataron a 139 personas en Alaska, 122 de ellas por el tsunami. El terremoto también causó daños por valor de miles de millones de dólares en todo el país.
En caso de un terremoto en los Estados Unidos, el número al que debe llamar es el 911. El 911 es un número de teléfono de emergencia que se utiliza para reportar cualquier tipo de emergencia, incluyendo terremotos.
Si está en un edificio, debe buscar refugio debajo de una mesa o escritorio resistente. Si está al aire libre, debe alejarse de edificios, árboles y postes de luz.
Después del terremoto, debe mantenerse alejado de las áreas dañadas. Si está atrapado, debe tratar de mantenerse calmado y llamar al 911.
También puede llamar al Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) al número 1-888-ASK-USGS (1-888-275-8747) para obtener información sobre el terremoto.
En algunas áreas de los Estados Unidos, puede haber números de teléfono de emergencia específicos para terremotos. Estos números pueden ser publicados en su plan de emergencia familiar o en su sitio web local de gestión de emergencias.
El USGS publica una gran cantidad de información científica, incluyendo mapas, informes, datos y productos multimedia. La agencia también ofrece una variedad de servicios a los ciudadanos, las empresas y los gobiernos.
Algunos de los logros más importantes del USGS incluyen:
El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) es una agencia científica del Gobierno federal de Estados Unidos. Los científicos de este ente estudian el terreno, los recursos naturales, y los peligros naturales que los amenazan. El USGS fue fundado en 1879 por el Congreso de los Estados Unidos para "investigar la geología y mineralogía del país, y otros temas relacionados con los recursos naturales, con el fin de promover el desarrollo económico y la protección del medio ambiente".
El USGS tiene su sede en Reston, Virginia, y cuenta con oficinas en todo el país. La agencia emplea a más de 10.000 personas, incluyendo científicos, ingenieros, técnicos y especialistas en administración.
El USGS realiza una amplia gama de investigaciones, incluyendo:
¡Bienvenidos! Buenos días a todo el pueblo estadounidense. En este artículo te compartiremos el reporte oficial de los últimos temblores registrados en Estados Unidos, según los datos oficiales del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), en los principales estado del país que presentan actividad sísmica como California, Texas, Hawái, Alaska, Nueva York, Oregón, Nueva Jersey, entre otros.
En el sur de California se han detectado unas 300 fallas geológicas, de las cuales cuatro son las que se mueven más rápido y por ello son las de mayor riesgo: San Andrés, San Jacinto, Imperial y Elsinore. En alguna de ellas podría generarse un gran terremoto o el llamado ‘Big One’.
Los estados con mayor probabilidad de registrar temblores son Texas, California, Alaska, Utah, Islas Vírgenes, Hawái, entre otros, debido a que se encuentran a lo largo de la Falla de San Andrés, una de las principales fallas geológicas del país.
Te comparto una lista útil de buenos acciones que debes realizar para poder enfrentar un fuerte sismo en Estados Unidos o cualquier otro país del mundo. Pon en práctica las siguientes recomendaciones de seguridad que te mostraré a continuación:
Antes del sismo en Estados Unidos
Durante el sismo o terremoto en Estados Unidos
Después del sismo en Estados Unidos
Temblor en EE.UU. hoy, 18 de octubre: sismo de magnitud 4.3 en Alaska