TV en todas partes

Redacción Gestión

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DE LA EDICIÓN IMPRESA

Alfred Hitchcock comparó la televisión con las tuberías internas de agua y desagüe. "No cambió los hábitos de la gente", dijo el maestro del cine de suspenso, "solo los mantuvo dentro de casa". Si la televisión encadenó al sofá a los adictos al entretenimiento, el video online les ha liberado de los grilletes. Una banda ancha más rápida, la evolución de los teléfonos móviles y los aparatos tablet, así como servicios como Netflix, Hulu y YouTube, que ofrecen programas y series a cualquiera que tenga una conexión de Internet, permiten a los espectadores verlos dondequiera que lo deseen.

Los ejecutivos de la televisión paga también han decidido participar en este movimiento de liberación ofreciendo a sus suscriptores "TV en todas partes". Sus compañías brindan a sus clientes un código de acceso para que puedan ver canales en vivo —o programas a la carta— en sus aparatos móviles, tal como lo hacen con Netflix o Hulu. En estos momentos, casi todos los operadores de TV en Estados Unidos y en el resto del mundo ofrecen a sus suscriptores accesos de ese tipo, señala Ben Reneker de SNL Kagan, una firma de investigación de mercados.

TV en todas partes es "uno de los mejores avances en términos de ingresos versus costos y que esté orientado al cliente", indica Jeff Bewkes, el jefe de Time Warner, la compañía de medios que posee canales de cable como CNN y TNT. Apenas cuesta unos cuantos millones de dólares construir la plataforma online para prestar el servicio, pero hace maravillas cuando se trata de persuadir a los suscriptores a mantener sus costosos paquetes de cable.

También ayuda a atraer consumidores jóvenes a la televisión paga, sostiene Brian Sullivan, el jefe de Sky Deutschland, cadena alemana de TV por satélite. La verdadera ganancia de TV en todas partes se hará más evidente la próxima década, a medida que los adolescentes de hoy comiencen a establecer sus propias familias.Cada joven estadounidense que se hace cliente de la televisión paga probablemente gastará alrededor de US$ 40,000 durante toda su vida en suscripciones, señala Laura Martin de Needham, un banco de inversión. De acuerdo con sus cálculos, si TV en todas partes disuade al 5% de los clientes actuales que quieren cancelar su suscripción, protegería alrededor de US$ 4,200 millones anuales en ingresos. Por ahora, la propagación del servicio ha sido lenta. Jeff Bewkes y un puñado de ejecutivos lo han estado promoviendo desde por lo menos el 2009. Al inicio, su preocupación era que los clientes piratearían los programas o compartirían sus claves secretas con amigos, así que hicieron que el proceso de autenticación fuese tan potente como si se tratase de resolver un crimen en CSI. Algunas compañías todavía restringen el uso del servicio fuera de casa, con lo cual limitan su atractivo.

Y muchas han hecho muy poco para promoverlo a los consumidores. BSkyB, empresa británica de TV por satélite, ya lleva dos años ofreciendo Sky Go, un servicio de TV en todas partes, y cerca del 32% de sus 10.3 millones de suscriptores lo usan hoy, pero ningún operador estadounidense ha alcanzado una captación similar.Por años, la televisión ha batallado contra los fatalistas que predecían que Netflix y otros servicios de video online harían que los consumidores abandonasen la televisión paga. Pero pocos hogares lo han hecho porque los distribuidores y los productores se han especializado en hacerles difícil disponer rápidamente de nuevos programas populares sin que estén suscritos.

Pese a ello, los nuevos competidores están intentando tomar el control. La semana pasada, The Wall Street Journal informó que Google (dueña de YouTube) está en la búsqueda de acuerdos con las compañías de televisión para establecer su propio servicio de transmisión de contenidos por Internet. En tanto, se espera que Intel lance un servicio similar a fines de año, mientras que Netflix, Amazon y otros distribuidores online destinarán US$ 750 millones este año para producir y realizar sus propios programas, a fin de diferenciarse entre ellos y de otros canales de cable.

La lucha por preservar el viejo sistema televisivo mientras se explota el nuevo, está generando giros dramáticos tan complejos como los de una telenovela. Las tres emisoras propietarias de Hulu —Disney, 21st Century Fox y NBCUniversal— quieren que el sitio, que obtuvo ingresos por cerca de US$ 700 millones el 2012, se vuelva rentable. Pero demasiado éxito podría ser una molestia para las empresas de pago tradicionales, que son grandes clientes de dichas compañías.Incapaces de ponerse de acuerdo sobre qué hacer con Hulu, sus tres propietarias lo pusieron en venta y se conoce que atrajo varias ofertas por más de US$ 1,000 millones, incluyendo una de DirecTV, operador estadounidense de TV por satélite. Sin embargo, el pasado 12 de julio, la venta fue cancelada y las propietarias anunciaron que invertirán más fuertemente en el canal online.

Probablemente, estaban preocupadas por el riesgo de vender un negocio que eventualmente podría afectar y deteriorar los suyos si su nuevo dueño tenía éxito. La televisión podrá ser más móvil hoy que en los días de Hitchcock, pero todavía ofrece abundante suspenso.

Traducido para Gestión por Antonio Yonz Martínez© The Economist Newspaper Ltd,London, 2013

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