Sólidos fundamentos marcan la diferencia

LA ECONOMÍA PERUANA continúa mostrando un desempeño sobresaliente. Conforme a la última publicación del World Economic Outlook del FMI, el Perú fue uno de los pocos países cuya proyección del PBI para este año fue revisada al alza (de 5.5% a 6%), pese al contexto internacional. Ello responde, en primer término, al sólido desempeño de las actividades ligadas a la demanda interna. La construcción lidera la expansión, creciendo a tasas por encima del 15% en los últimos meses. Los sectores de servicios y comercio mantienen un comportamiento robusto, reflejando la consolidación del consumo, como consecuencia de una clase media con mayor poder adquisitivo. Además, un factor clave es el alto ritmo de crecimiento de la inversión privada. Las expectativas de los empresarios se encuentran en ascenso, aunque por debajo de los niveles del 2010. Por lo antes mencionado, una cartera atractiva de megaproyectos en recursos naturales e infraestructura, así como la evolución favorable de las importaciones de bienes de capital, sustentarían un crecimiento cercano al potencial en los próximos años. Sin embargo, en nuestro escenario base, el agravamiento del panorama mundial podría afectar las actividades con exposición al comercio exterior, tanto en las exportaciones tradicionales (menores volúmenes) y no tradicionales (menores precios). En el plano local, la conflictividad social entre empresas, comunidades y Estado será el principal factor de riesgo para la ejecución de proyectos. Por tal motivo, esperamos que los hacedores de políticas gestionen con eficiencia.