Servicios bancarios que protegen la vida y el dinero

Óscar RiveraPRESIDENTE DE ASBANC

La seguridad ciudadana es un tema que nos preocupa. Hemos sido testigos de hechos que han significado la pérdida de vidas humanas; entre ellos, quiero llamar la atención sobre los relacionados con el traslado de dinero en efectivo. En su gran mayoría vinculados a decisiones tomadas por desconocimiento de las alternativas que reducen las probabilidades de ser objetivo de delincuentes. Si bien es responsabilidad del Estado que los peruanos vivamos en un ambiente de seguridad ciudadana, es también cierto que todos debemos apoyar los esfuerzos para reducir el índice de criminalidad y la inseguridad en el país. Nuestra misión como ciudadanos es tomar medidas en ese objetivo.

Las entidades financieras asociadas a Asbanc ofrecemos alternativas a nuestros clientes para que realicen sus transacciones financieras con mayor seguridad y a un bajo costo (en algunos casos incluso sin él). Haciendo eco del llamado presidencial, el gremio bancario en su conjunto está abocado en una campaña de educación financiera, a la que pedimos se nos unan los medios de comunicación y los peruanos en general. Sería extenso detallar las alternativas de seguridad que el sistema ofrece a sus usuarios y clientes. Por citar algunos, tenemos los cheques de gerencia no negociables, las transferencias entre cuentas del mismo banco e interbancarias, los giros, etc. Quiero resaltar la preocupación permanente de las empresas financieras por ofrecer herramientas de seguridad para incrementar la confiabilidad de las transacciones por internet (tarjetas de coordenadas, clave token, personalización de la información del cliente). Si bien algunas de estas tienen un pequeño costo para el cliente, por ejemplo el de un cheque de gerencia no negociable va desde los S/. 10.50, este nunca será igual al valor que tiene una vida, y ese debe ser nuestro principal motivador para elegir una de esas vías y evitar llevar grandes cantidades de dinero en efectivo.

Los peruanos debemos estar conscientes que si no participamos en la lucha contra la inseguridad ciudadana, poco o nada podrá hacer el Gobierno. Todos somos parte del Estado y debemos asumir con responsabilidad nuestra cuota en la batalla contra la delincuencia. No podemos estar al margen. Hagamos un esfuerzo y tomemos medidas de precaución, y así reduciremos las posibilidades de convertirnos en parte de la estadística de inseguridad ciudadana.