EN MARCHA. La licitación de nuevos afiliados a las AFP, que tendrá lugar a finales de diciembre, dará comienzo a la reforma del sistema privado de pensiones (SPP) y, en teoría, generará una reducción en las comisiones que dichas empresas cobran a sus aportantes. Hay cinco empresas que tienen el "firme interés" de participar, tanto nacionales como extranjeras; y si ninguna de las cuatro AFP que actualmente operan se presenta o gana la convocatoria, en el 2013 habrá una nueva administradora de fondos de pensiones.
¿Bajarán las comisiones? Considerando que es el objetivo principal de esta reforma, lo interesante será constatar la magnitud de la reducción –el MEF estima que será de alrededor de 30%–. Hay que recordar que en setiembre la SBS realizó una asignación de nuevos afiliados, una especie de "licitación piloto" entre las cuatro AFP y la ganadora ofreció una comisión de administración que era 8.6% inferior a la que en ese momento cobraba.
¿Crecerá el SPP con esta reforma? La reducción del costo de administración es solo uno de los elementos que necesita este sistema para seguir expandiéndose. Lo realmente significativo es que los fondos de los afiliados sean rentables a fin de asegurarles pensiones apropiadas cuando se jubilen, y esta necesidad pasa por tener una mayor gama de instrumentos financieros y nuevos sectores donde se puedan invertir los fondos y obtener rentabilidades atractivas. La reforma del mercado de capitales, que se encuentra en su primera etapa, será de gran utilidad.
Y el círculo no estará cerrado sin una adecuada información, una debilidad a la que aún no se le presta mucha atención. Por ejemplo, para los afiliados activos, el Gobierno debe iniciar una campaña de información sobre las nuevas alternativas en torno al cobro de comisiones, a fin de que tengan mayores elementos de juicio para decidir cambiarse al esquema que más les convenga, así como los plazos que tienen para ello y la situación en que se hallarán si no toman una decisión.
El punto primordial es que si no hay información suficiente y clara, el afiliado no podrá dilucidar qué es lo que más le conviene y luego vendrán las decepciones, reclamos y protestas. Y lo que el SPP necesita es mejorar su imagen en la opinión pública.