¿Es posible el dinero digital?

Redacción Gestión

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OPINIÓNJorge MuñizSOCIO DELestudio muñiz

En Internet apareció en el año 2009 una "moneda" transaccional. La llaman "bitcoin". Dicen que su creador es el japonés Satoshi Nakamoto y que al 11 de abril de este año en el mundo "circulan", es decir, "navegan" dos billones de bitcoins. El portal MT.Gox con sede en Tokio procesa con éxito el 80% de los bitcoins, cuyo valor es de aproximadamente US$ 179.

Este dinero computarizado es privado, creado sin intervención de gobiernos o autoridades bancarias. Quiere llegar a ser una moneda digital de aceptación universal. Evita el eterno problema de falsificaciones y robos. Además, es relativamente barato porque al no intervenir instituciones bancarias no se pagan comisiones por transferencias. Para algunos de sus "fans", la característica más importante es que no puede ser rastreado, lo que es una pesadilla para las autoridades tributarias y para la lucha contra el lavado. También en potencia es archienemigo del "dinero plástico" o de sistemas prepago por Internet.

¿Cómo se consiguen los bitcoins? Aparentemente, los interesados los "compran" resolviendo con sus computadoras complejos problemas matemáticos. Portales como E.Bay, Alibaba y otros que practican el P2P (Peer to Peer) están encantados con los bitcoins y están dispuestos a ser parte de la red mundial de este dinero electrónico.

El dinero es todo lo que constituya un medio de cambio o de pago comúnmente aceptado. Hasta el momento, monedas, billetes, cheques y tarjetas de crédito sirven para ese propósito. Esta es una convención social artificial porque se otorga valor a un simple objeto como el papel o un pedazo de metal, supuestamente garantizado con depósitos en oro que respaldan la emisión del Banco Central.

Tratándose de un medio de pago, es una unidad de valor (permite fijar precios) y tener depósitos de valor (ahorros). Los gobiernos le han dado un concepto y otorgado el valor de "dinero fiduciario", es decir, las monedas y los billetes son de curso legal y aceptación obligatoria para pagar deudas públicas y privadas. En consecuencia, ¿las "nuevas monedas" sin ese "sello" están destinadas a desaparecer? ¿Los entes reguladores en el mundo, las autoridades tributarias y luchadores contra el lavado de dinero se movilizarán para destruirlos o se pondrán de lado de la creatividad?

El maestro Manuel de la Puente y Lavalle, a raíz de los cambios legislativos en el Código Civil peruano, decía: "La realidad es más rica que la imaginación del legislador; no por ello debemos condenar nuevas figuras jurídicas que ahora no se entienden pero mañana serán comunes en el día a día".

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