Importaciones de prendas chinas: Del daño potencial al real

OpiniónJosé Ignacio LlosaPRESIDENTE DEL COMITÉTextil de la SNI

Nuestra industria textil-confecciones se ha esforzado por mejorar eficiencia y productividad para aprovechar el acceso a los mercados que hoy permiten los tratados de libre comercio. Hemos ganado espacios en el mercado internacional compitiendo con todo el mundo, pero en nuestro propio mercado nos enfrentamos a un competidor (los textiles chinos) que nos desplazan empleando estrategias que la Organización Mundial de Comercio (OMC) prohíbe.¿La competencia desleal china beneficia al consumidor? Creemos que no. Masivamente llegan al Perú calcetines a US$ 0.01/par, medias para bebés a 0.02 US$ por docena de pares, camisas, bermudas y pantalones a menos de US$ 1.00, etc. Estas importaciones con precios artificialmente bajos promueven productos importados con altos márgenes, que desplazan a la producción local y afectan el empleo. Si alguien puede demostrar que estos valores no constituyen dumping que lo demuestre. Lo concreto es que los exportadores chinos no han podido demostrarlo en el proceso llevado por el Indecopi. El propósito de quien exporta a precios dumping es impedir la sana competencia de los fabricantes locales, mermando sus recursos hasta desplazarlos del mercado. Las confecciones chinas en muchos casos no llegan a cubrir el valor de los tejidos y/o hilados con que fueron fabricados. En casos más extremos tampoco cubren el valor de las materias primas básicas (algodón, poliéster, acrílico, nylon, viscosa, etc.), que al ser "commodities" sus valores son los mismos para todo el mundo, incluso para China.

Daño realEntre el 2005 y 2012, las importaciones de prendas chinas crecieron 1468% (que al final del 2013 serian 1683%), aprovechando íntegramente el crecimiento de nuestra demanda interna. Mientras las importaciones chinas crecían mes a mes, la producción nacional de textiles y prendas caía en forma dramática. Es objetivo y técnicamente demostrable que la mencionada caída fue ocasionada por el crecimiento y los precios dumping chinos. Frente a esta situación, el daño potencial se convierte en daño real cuando las ventas de miles confeccionistas peruanos no calzan con las exigencias del endeudamiento que asumieron.Es bueno reconocer que hay casos de exportadores chinos cuyos precios son iguales o muy cercanos al valor normal, por lo que en una eventual imposición de derechos antidumping estos buenos exportadores no deberían ser perjudicados. El camino del proteccionismo no es el correcto. Por ello, confiamos en el rigor técnico del Indecopi para demostrar objetivamente el posible daño a la producción local. De no aplicarse derechos antidumping, las MYPES de confecciones se verán en la disyuntiva de necesitar medidas proteccionistas (que no compartimos) o simplemente desaparecer.