Finanzas para la base de la pirámide

COLUMNAGiovanna Prialé ReyesDIRECTORA DEL INSTITUTO DE FINANZAS PERSONALES

INCLUSIÓN. En "Portfolios of the Poor: How the world's poor live on US$ 2 a day", a través de la aplicación de diarios financieros a hogares del quintil más pobre y de un estricto seguimiento de cómo financian sus gastos, se concluye que estos hogares sí ahorran, poco y en su casa o con los amigos, y que su principal necesidad consiste en equilibrar sus flujos de caja. Los préstamos informales les resultan útiles por su flexibilidad, pero no es seguro obtenerlos, mientras que los de las microfinancieras por lo general van destinados a inversión y no son de libre uso. Contar con préstamos que se pueden repagar semanalmente y con líneas de crédito renovables resulta relevante, porque le dan al usuario de bajos ingresos la posibilidad de usar el préstamo en periodos de déficit de caja y repagar en momentos de bonanza. Pero pensar además en incluir préstamos con garantías de activos líquidos, como por ejemplo, los propios depósitos, nos lleva a idear la forma de hacer más fácil y rentable su acceso al sistema financiero. El Estado enfrenta, entonces, grandes retos para regular el desarrollo de este mercado, uso de tecnologías que permitan captar depósitos y otorgar créditos a tasas competitivas, determinación de provisiones asociadas al riesgo de morosidad y centralización de costos administrativos para la gestión del crédito. Se necesita, además, una estrategia de educación financiera que le permita al consumidor entender cómo funciona este sistema formal y usarlo para aliviar la volatilidad de sus ingresos. Un buen punto de partida para el desarrollo de este nuevo mercado son los actuales programas de transferencias condicionadas.