Que no cundael mal ejemplo

golpe a la inversión. No hay duda que lo ocurrido en Pichanaki (Junín), tras la protesta de un sector de la población de esa zona contra la actividad exploratoria en el lote 108 (a cargo de Pluspetrol), significó un duro golpe a las expectativas de inversión por la forma como actuó el Gobierno en la persona del anterior ministro del sector: no solo pidió el retiro de la compañía del lugar, sino que anunció la evaluación del contrato de concesión.

Sin embargo, el capítulo no está cerrado. El Frente de Defensa de Pichanaki quiere paralizar la inversión en dos hidroeléctricas en operación y en tres en construcción, en la zona, tal como lo expresa uno de los trece puntos de la "plataforma de lucha de la selva central" que será planteado al Gobierno este jueves. Además, y lo que es peor, existe la decisión, en ciertos sectores que promovieron la protesta, de que Pluspetrol se retire de todo el lote 108 porque, argumentan, "no ha habido consulta previa, no se le preguntó a las poblaciones originarias (si estaban de acuerdo con las operaciones)".

Consideramos que el Gobierno tiene que mantener una actitud clara y firme de respeto a los contratos suscritos por el Estado, única manera de garantizar la estabilidad jurídica. Ello no significa que estos no se puedan modificar, pero tiene que hacerse por acuerdo entre las partes y no de manera unilateral. De lo contrario se producirá un deterioro aún mayor en las ya alicaídas expectativas y confianza de los inversionistas, lo cual ya viene afectando la inversión privada (cayó 1.5% en el 2014) y el crecimiento económico (solo 2.35% en el 2014).

Urge, ahora más que nunca, una campaña de parte del Ejecutivo para explicar los alcances y límites de la Consulta Previa: si bien el Perú suscribió el convenio respectivo (169) de la OIT en 1993 (entró en vigencia en 1995), la consulta es obligatoria pero no establece una relación vinculante. Y esto es lo que lamentablemente el Gobierno no ha hecho desde agosto del 2011, cuando se aprobó todo el procedimiento de la consulta, lo cual puede resultar fatal para las inversiones porque lo que está pasando en Pichanaki, es muy probable que se repita en otros proyectos de inversión.