Las familias en el Perú vienen evolucionando, hoy nos encontramos ante un panorama que es importante entender para poder identificar las oportunidades. Ana Lucía Navarro, Gerente de Cuentas en señala que existen dos tipos de familia.

Por un lado, las familias con hijos, dentro de las cuales encontramos las familias nucleares conformadas por papá y mamá; las monoparentales formadas por padre o madre y sus hijos; las familias extendidas formadas por la familia nuclear más un familiar adicional.

Por otro lado, están las familias sin hijos, las cuales se dividen en solteros, parejas sin hijos y nido vacío.

¿Qué oportunidades podemos aprovechar en base al conocimiento de estas familias?

En el caso de las familias con hijos, se aprecia un mayor poder adquisitivo para asignar un gasto mayor en actividades de disfrute o recreacionales. Por ello, la oportunidad es desarrollar conceptos en los que se aproveche el disfrute tanto del padre como del niño. Para ello habría que empatizar con ellos y conocer sus puntos de dolor y alegría, para así diseñar una experiencia que esté alineada a sus nuevas expectativas.

En el caso de las familias sin hijos, se valora el desarrollo personal atribuido a la educación (diplomados, maestrías, etc) y también de las actividades sociales como entrenamiento (salidas con amigos, diversión, viajes). Tienen exposición a medios digitales y redes sociales.

La oportunidad es pensar en desarrollar experiencias únicas a partir del conocimiento del entorno en el que se desenvuelven. Además como interactúan con diferentes canales, habría que desarrollar diferentes plataformas con roles diferentes que en su conjunto permitan estar presentes a lo largo de todo su journey.

Finalmente, están las familias nido vacío, las cuales tienen un mayor tiempo disponible, más educación y más deseo de vivir. Valoran la calidad y el reconocimiento adquirido de una marca. Más adversos a probar cosas nuevas o desconocidas. Valoran la tendencia saludable por su necesidad actual.

Es importante desarrollar propuestas de valor buscando la mejor ecuación costo/beneficio. Además, no debemos dejar de lado los canales y medios tradicionales, ya que ellos realizan sus compras y se informan de productos y servicios.

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