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| La ola de ventas de monedas de mercados emergentes tiene una ventaja: los viajes a la Patagonia, Estambul o Río son ahora mucho más baratos.

En los últimos 12 meses el peso argentino, la lira turca y el real brasileño han experimentado las mayores caídas del mundo y hacen que en Wall Street y más allá muchos se entusiasmen ante la posibilidad de vacaciones de verano más baratas en lugares exóticos. Más aún, con pocas excepciones como Argentina y Turquía, en los mercados emergentes la inflación está cerca de bajos niveles récord.

“Este es mi Índice de Vacaciones”, dijo en Twitter Ronak Gopaldas, un analista en Londres de Signal Risk, haciendo referencia a países cuyas monedas se han derrumbado en los últimos tiempos. Agregó que reservó para septiembre un viaje a Budapest, donde el forint húngaro ha caído 3.9% en el 2018.

El Índice de Vacaciones de Bloomberg presenta los países en vías de desarrollo que se han vuelto más baratos de visitar en los últimos 12 meses. (Los puntajes hacen referencia a la apreciación del dólar frente a cada moneda ajustada por inflación.)

Anastasia Levashova, administradora de fondos en Londres de Blackfriars Asset Management, dijo que la depreciación de la lira turca la alentó a viajar en agosto para visitar a familiares en la ciudad costera de Izmir. Josephine Shea, directora en Boston de deuda de mercados emergentes de BNY Mellon Asset Management, dijo que Argentina ha ascendido en la lista de lugares a visitar junto con su esposo y sus tres hijos.

“Argentina tiene opciones para todos: haciendas y caballos, visitas a viñas para los padres, una comida fantástica y excelentes restaurantes, además de resorts de playa muy bellos”, dijo Shea en un correo electrónico. “Todo problema tiene siempre un aspecto positivo: una moneda débil y un gran país hacen que un lugar encabece la lista de destinos posibles para vacaciones familiares”.

Si bien Turquía y Brasil no han experimentado un gran aumento del turismo debido a cuestiones de seguridad y a complicados procesos de visado, Argentina genera entusiasmo entre viajeros que buscan una combinación de aventura, comida y vinos, según Julie Danziger, directora de servicios de viaje de lujo de Ovation Vacations en Nueva York.

Fotos | Los precios más bajos contribuyen: medio kilo de bife de chorizo, una botella de Saint Felicien Malbec y una ensalada en Happening, un restaurant de Buenos Aires popular entre turistas y empresarios costaban el martes alrededor de 1,280 pesos, o US$ 50. El precio más bajo en Smith & Wollensky de Nueva York, en cambio, es de US$ 49 tan sólo por la carne.