FOTOS | Para obtener inspiración, Steve Jobs solía sentarse en el inodoro y meter sus pies en un cuenco con agua. Yoshiro Nakamatsum, inventor del disquete, se sumergía profundamente en el agua hasta que su cerebro se encontraba desprovisto de oxígeno, y después escribía sus ideas en una libreta a prueba de agua.
Es cierto, estas costumbres pueden resultar un tanto extrañas. Sin embargo, existen otras estrategias que inducen a la creatividad y que pueden ser seguidas por prácticamente cualquiera. Estos son seis hábitos que tienen el poder de cambiar la forma en que te relacionas con la creatividad. ¡Dales una oportunidad!