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Principales economías de América Latina

El Estado de Derecho, el tamaño del gobierno, la eficiencia normativa y los mercados abiertos son los cuatro aspectos con los que The Heritage Foundation genera anualmente su Índice de libertad económica, el cual, para la medición de este año, ubicó a Perú en el puesto 45, lo que representó un descenso de dos puestos frente al año anterior.

En dicho reporte, que tiene en cuenta información de la segunda mitad de 2017 y el primer semestre de 2018, el país sumó 67.8 puntos, de 100 posibles, con lo que vio una disminución de 0.9 puntos.

Este es el segundo año consecutivo en que el territorio peruano presenta una disminución en el índice, luego del pico de puntaje de 68.9 alcanzado en el 2017. Sin embargo, pese a esta ligera caída, la economía nacional se mantuvo por encima del promedio mundial, que se situó en 60.8 puntos.

Índice de libertad económica
Índice de libertad económica

Análisis del reporte sobre Perú:
El puntaje de libertad económica del Perú es de 67.8, ubicando al país como la cuadragésima quinta (45) economía más libre en el Índice 2019.

Su puntaje general ha disminuido en 0.9 puntos, con caídas en las áreas de salud fiscal e integridad gubernamental que superan pequeñas mejoras en libertad laboral y libertad monetaria.

Perú ocupa el séptimo lugar entre los 32 países de la región de las Américas, y su puntaje general está por encima de los promedios regionales y mundiales.

Índice de libertad económica
Índice de libertad económica

Las prioridades políticas del gobierno de Martín Vizcarra incluyen reformas anticorrupción y a favor de la competencia, el desarrollo de infraestructura, la modernización del estado y la consolidación fiscal.

Se espera que los esfuerzos de reforma institucional se centren en leyes para promover la transparencia en el sector público (por ejemplo, mediante la publicación de registros de visitantes para los funcionarios públicos) y el sector privado (por ejemplo, mediante el fortalecimiento de protección para denunciantes).

La corrupción gubernamental sigue siendo un problema grave, limitando la confianza de los inversores extranjeros en la economía. Las empresas estatales siguen siendo muy activas, especialmente en el sector petrolero.