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gestionar eficazmente un impago

| Como sostiene Pere Brachfield, uno de los mayores expertos en morosología, en su Guía práctica para el recobro de deudas, de FC Editorial, uno de los puntos clave en la gestión de cobros es anticiparse a los problemas antes de tenerlos encima. "Una empresa puede establecer ciertos mecanismos de alarma que le avisarán con antelación en caso de que un cliente empiece a mostrar signos de transformarse en un mal pagador o que predicen una situación de insolvencia definitiva. De esta forma, se podrá evitar que la situación se deteriore más de lo inevitable y se podrá empezar a actuar enseguida tomando aquellas medidas para paliar o solucionar el problema".

Brachfield recuerda que la ventaja que tiene el acreedor es que en muy pocos casos las situaciones de morosidad de alto riesgo surgen de un día para otro, "sino que previamente la crisis ha pasado por una fase de gestación que puede ser detectada mediante la recogida y análisis de ciertas informaciones e indicadores. Por lo general, el moroso suele emitir una serie de señales que presagian los futuros impagados y es responsabilidad del acreedor detectarlas a tiempo y establecer las oportunas conjeturas".

Por su experiencia en la gestión de impagos, este experto sostiene que "un quebranto empresarial o la insolvencia total de un deudor empiezan a revelarse con un retraso en la reposición de unos pagos, con un primer impagado o con una solicitud por parte del cliente de aplazar algún pago con vencimiento".

Así, una vez detectadas las señales de alarma, Brachfield propone 8 acciones previas antes de gestionar un impago: