Fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF, en inglés), Klaus Schwab. (Foto: EFE/Andre Pain)
Fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF, en inglés), Klaus Schwab. (Foto: EFE/Andre Pain)

El publicó hoy un informe llamado “El futuro de la corporación: pasar del balance de cuentas al balance de valor”, en el que analiza el “importante rol que tienen las salas de juntas y la gobernanza empresarial para abordar los retos medioambientales, sociales y de administración que enfrentan sus compañías”.

”Los líderes empresariales están crecientemente implementando modelos de negocio que crean valor basado en las necesidades de sus partícipes”, destacó el fundador y presidente ejecutivo del WEF, Klaus Schwab, en parte debido a los cambios provocados por la pandemia de covid-19 en el ámbito económico, social y medioambiental.

Schwab aseguró que cada vez hay una mayor acogida de la teoría del “stakeholder capitalism” (capitalismo de las partes interesadas), que propone que las empresas tengan en cuenta a todos sus partícipes -accionistas, clientes, empleados, socios y la sociedad en general- pero reconoció que muchas se encuentran con “problemas prácticos”.

”El Foro está comprometido a proveer medidas y herramientas de gobernanza que ayuden a estos líderes a tener éxito, por tanto haciendo progresar globalmente al capitalismo de las partes interesadas”, agregó.

El informe del WEF presenta a las juntas corporativas un marco de trabajo basado en cuatro áreas -el propósito, la estrategia, los valores o cultura, y la administración- para “mitigar los riesgos, crear resiliencia y disfrutar de una creación de valor y un éxito a largo plazo”.

”En el corazón de una buena gobernanza empresarial está el claro entendimiento de quiénes son los partícipes clave, la conexión con ellos y la inclusión de sus voces en la toma de decisiones”, sostuvo Beatriz Araujo, jefa de Gobernanza Empresarial de la consultora Baker McKenzie, que ha colaborado en el análisis.

Entre otras cosas, propone a las juntas asegurarse de que las empresas que dirigen entienden su propósito, que debe estar “informado por las expectativas de los partícipes”, y garantizar que sus estrategias están diseñadas para cumplir con este.

En cuanto a la cultura corporativa, el WEF propone que los incentivos y remuneración de los directivos “respalden” la estrategia; y en cuanto a la administración, sugiere que las juntas potencien su “diversidad e inclusión” para poder “entender las necesidades de los partícipes”.

”No hay un método universal, cada compañía debe embarcarse en su propio proceso de gobernanza para sus partes interesadas y nosotros hemos sugerido algunos pasos que las compañías deberían considerar al empezar ese proceso”, apuntó Araujo.