Redacción Gestión

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El impacto económico de contener y lidiar con las consecuencias de la el año pasado alcanzó los US$ 9,800 billones según el Global Peace Index (GPI) 2014 publicado hoy por el Institute for Economics and Peace (IEP).

La cifra equivale a 11.3% del Producto Bruto Interno (PBI) mundial, es decir, el doble del monto de los 54 países de la economía africana.

El terrorismo, el número de conflictos y personas refugiadas y desplazadas fueron los factores clave para continuar el deterioro de la paz global el año pasado. Esto confirma la gradual pero significativa tendencia a la pérdida de la paz en los últimos siete años que revierte la tendencia de 60 años de creciente paz internacional desde fines de la Segunda Guerra Mundial.

Al respecto, Steve Killelea, fundador y presidente ejecutivo del IEP señaló que existen muchos factores macro que están detrás del deterioro de la paz en los últimos siete años y entre ellos están las continuas repercusiones económicas de la crisis financiera mundial, los ecos de la Primavera Árabe y la continua expansión del terrorismo.

"El repunte sólido de la paz es poco factible, ya que estos efectos tienen probabilidad de continuar en el futuro cercano", añadió.

Indicó que todo ello ha causado costos reales a la economía mundial; la repercusión económica del aumento del impacto de la violencia y los esfuerzos por contenerla equivale a 19% del crecimiento de la economía del planeta de 2012 a 2013.

"Para ponerlo en perspectiva: equivale a aproximadamente US$ 1,350 por persona. Corremos en riesgo de caer en un ciclo negativo: el bajo crecimiento económico eleva los niveles de violencia y contenerla disminuye el crecimiento económico", enfatizó.

El IEP también ha desarrollado nuevas técnicas de modelos estadísticos para identificar a los diez países más amenazados por el aumento de los niveles de disturbios y violencia en los próximos dos años.

Los países en mayor riesgo son Zambia, Haití, Argentina, Chad, Bosnia Herzegovina, Nepal, Burundi, Georgia, Liberia y . La nueva metodología analiza un conjunto de datos que provienen de 1996 y compara a los países con el desempeño de estados con características institucionales similares.

"Lo revolucionario de este análisis es nuestra capacidad de comparar el nivel actual de la paz en un país con su potencial de aumentar o disminuir su violencia en el futuro. El potencial de paz de un país se determina por muchos factores positivos, entre ellos la solidez de sus instituciones, la funcionalidad de su gobierno, los bajos niveles de corrupción y un entorno favorable a las empresas; denominamos estos factores los pilares de la paz", señaló.

Agregó que estos modelos son revolucionarios porque evalúan el riesgo país; los factores positivos para la paz tienden a coincidir en largos períodos con los niveles reales de violencia, lo que permite una precisión predictiva real.

"No podemos mostrarnos complacientes ante el papel de las bases institucionales de la paz ante el deterioro de la situación mundial: nuestras investigaciones muestran que la paz difícilmente florecerá sin cimientos profundos. Es un llamado de atención para los gobiernos, las agencias para el desarrollo, los inversionistas y la comunidad internacional en general: construir la paz es un prerrequisito del desarrollo económico y social", refirió Killelea.

En la evaluación actual del IEP Costa de Marfil registra la segunda mayor mejora en el GPI 2014 con reducciones en la probabilidad de manifestaciones violentas y número de personas desplazadas, mientras que la mejora más grande tuvo lugar en Georgia a medida que vuelve paulatinamente a la normalidad tras su conflicto con Rusia en 2011.

La región más pacífica del mundo y la menos pacífica es el sur de Asia.

Afganistán fue desplazado del último lugar del índice por Siria debido a la leve mejora de su nivel de paz, mientras que el de Siria siguió deteriorándose.

Sudán del Sur sufrió la mayor caída en su índice de este año y pasó al lugar 160, con lo que ahora es el tercer país menos pacífico. Los índices de Egipto, Ucrania y República Centroafricana también registraron deterioros importantes.