Valor de empresas en la bolsa cae en US$ 23,401 millones por ruido político

En ese lapso, la capitalización pasó de US$ 170,593 millones a US$ 147,192 millones principalmente porque el precio de las acciones de las empresas bajó fuertemente al predominar, hasta ahora, una corriente vendedora de estos papeles por parte de inversionistas que “huyen del mercado” por el nerviosismo político.

Descapitalización

Así lo manifestó a Gestión el wealth manager de Seminario SAB, Eduardo Leciñana, quien mencionó que los inversionistas retail (minoristas) y family office venden sus acciones en la bolsa local para orientar sus fondos a dólares o a acciones de compañías extranjeras, desligadas del riesgo interno.

La capitalización bursátil equivale a los precios de las acciones multiplicados por el número títulos accionarios en circulación.

En esta coyuntura ha habido una descapitalización fundamentalmente por una caída en los precios de las acciones, enfatizó el especialista.

Merma generalizada

Ayer, la BVL retomó el ritmo de fuertes descensos, iniciado el lunes (-7.75%), y su Índice General retrocedió 3.52% ante una merma generalizada en las acciones de los diferentes sectores, encabezada por el título de Credicorp (-5.94%), que sufrió un downgrade, pues el banco de inversión Morgan Stanley redujo su recomendación por ese papel desde sobreponderar a neutral, refirió.

“Pero el driver (causal) principal de la caída de la bolsa (ayer) es el efecto negativo que ocasiona en la confianza de los inversionistas la posibilidad de que el candidato de izquierda (Pedro Castillo) asuma la presidencia, pues hay incertidumbre sobre la dirección (de un eventual gobierno) y el equipo técnico que mantendrá”, afirmó el estratega bursátil.

Tendencia

“Ello genera desconfianza entre los diferentes participantes del mercado, mucho pánico e incertidumbre en grado extremo, que a su vez produce una fuerte volatilidad en la bolsa”, añadió.

Leciñana proyectó que la tendencia a la baja de la bolsa local, así como de la capitalización, continuará si se confirma la victoria electoral de Perú Libre, y la nueva administración no aclara la política económica que aplicará y el equipo técnico y de gobierno que lo rodeará.

“Si esto no ocurre, no habrá confianza de los inversionistas de largo plazo”, sostuvo.

Precisó que la reacción de los inversionistas extranjeros, a la distancia, puede ser más favorable a las recientes señales de moderación de Castillo, aunque los locales que participan en la BVL, que tienen más información sobre contradicciones al interior de Perú Libre, no tienen tanta confianza en un cambio de postura del líder de izquierda.