La gastronomía peruana se ha convertido en una referencia a nivel mundial por la innovación y creatividad que existe que los chefs, empresarios de restaurantes y diversos actores que forman parte de este sector. En ese sentido, la propiedad intelectual toma importancia para evitar posibles plagios de insumos, recetas, procedimientos, entre otros.
De acuerdo con el Índice Internacional de Propiedad Intelectual (IPI) 2020, elaborado por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos de América, de 53 países evaluados, Perú es el cuarto con mayor crecimiento en este campo al obtener 5.99%, mientras que en la región fue el que más posiciones avanzó, por encima del resto de países miembros de la Alianza del Pacífico (AP).
La propiedad intelectual es un instrumento importante para los países que buscan mejorar su acceso a la innovación y aumentar la producción nacional, así como gozar de los beneficios de las mismas, señala el Indecopi.
Jimena Ugarte, directora de Servicios Técnicos y Jurídicos y especialista en Propiedad Intelectual de ClarkeModet Perú dice a Gestión.pe señala que existen diversas formas de protección con las que se pueden resguardar algunos insumos, recetas, equipos especiales, procedimientos, entre otros, relacionados a la industria gastronómica.
En Perú la protección de patentes gastronómicas todavía no logra expandirse como en otros sectores y países (Estados Unidos, Europa, Chile, Colombia), principalmente por desconocimiento. Sin embargo, algunas empresas han logrado resguardar salsas, mezclas preparadas, procesos y maquinarias.
“Se pueden proteger procedimientos como, por ejemplo, la ‘cocina molecular’, en la que chefs y restaurantes utilizan ciencia y gastronomía en procesos de hipercongelación para hacer mousses, gelastilas o algún líquido con membrana de gel. En Perú se han ido resguardando algunas maquinarias, pero son muy pocas todavía”, indicó.
A través de las patentes se puede amparar la receta gastronómica, pero se tendrían que enumerar los ingredientes en sus cantidades específicas, así como el procedimiento determinado para obtener el resultado.
Indecopi, antes de reconocer y registrar a una patente de invención evaluará tres requisitos: novedad, nivel inventivo y la aplicación industrial. En novedad se refiere que este conocimiento no está descrito en la técnica actual. El nivel incentivo significa que, puede ser impulsada y en aplicación industria señala que encuentre un nicho en actividades productivas.
En el caso de la gastronomía, se protege el proceso para obtener un alimento nuevo o bien el alimento propiamente tal que surge como consecuencia de ese proceso, o ambas cosas. En el Perú se han incentivado salsas, máquinas y procesos, en su mayoría, para preparar platos específicos, señala Ugarte.
En España, por ejemplo, se han protegido patentes como la tortilla de patata, la “salsa brava”, el gazpacho (procedimiento de preparación), paella, entre otros.
En cuanto al diseño industrial gastronómico, se puede proteger una apariencia novedosa, sea de la totalidad o parte del producto, relacionada con sus características. Sin embargo, se excluye su funcionalidad técnica.
En ese caso, se puede resguardar la decoración de los platos, sea una pizza, nachos, decoración del local. Incluso, aspectos estéticos de galletas, papas fritas o papas aperitivas.
Derechos de autor
En el caso de derechos de autor, la ley no señala a las innovaciones y creaciones gastronómicas, pero no son excluidas, comenta Ugarte. De esa manera, se pueden proteger si las obras son creaciones totalmente originales.
Ante ello, es posible proteger obras literarias como libros, folletos de recetas o recetarios, blogs, artículos sobre recetas, en redes sociales o impreso, u otro tipo de escritos vinculados a la cultura gastronómica, composición de platos, recetas, todo lo relacionado a los alimentos, incluso videos de cocina.
“El hecho de proteger el derecho de autor con la gastronomía es un plus para el país, estamos dándole un valor adicional a lo nuestro”, añade la especialista. En España existen recetarios patentados.
Además, de los derechos de autor, también se pueden patentar las recetas secretas de empresas porque tienen un valor empresarial potencial o real. Ese es el caso de las grandes cadenas de comida rápida que se encuentran en todo el mundo, así como la fórmula de bebidas.
Asimismo, están las Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG), un elemento de la Propiedad Intelectual incorporado el año 2018 a través del Decreto Legislativo N° 1397. De esa manera, se pueden proteger los productos agrícolas o alimenticios, que son el resultado de una práctica tradicional o producidos como materias primas.
En este sentido, el Estado es el titular de las ETG y se protegen productos agrícolas y alimenticios como platos preparados, cerveza, chocolate, bebidas exóticas, alcohólicas, cocteles, quesos, lácteos, frutas, legumbres, tubérculos y raíces. No obstante, no se ha logrado resguardar hasta el momento, como la mozzarella en Italia, el jamón serrano en España, entre otros.
Ventajas
La ventaja principal de proteger con una patente al sector gastronómico es tener 20 años de exclusividad para explotar lo inventado y diseñado en el Perú. “Cualquiera que quiera copiar un procedimiento no podrá hacerlo porque tiene la patente”, señala Ugarte.
Para patentar, se debe ir a la Dirección de invención y nuevas tecnologías del Indecopi, realizar un pago y cumplir con las etapas del procedimiento que puede durar entre dos o tres años dependiendo de la complejidad de la solicitud y carga de la institución.
Sin embargo, se deben tener en cuenta los tres requisitos señalados (novedad, nivel inventivo y la aplicación industrial). “Lo recomendable es hacer una búsqueda de estado del arte a nivel internacional, a todo lo relacionado con esa creación para conocer si realmente podemos patentar la innovación”, concluyó.
La industria gastronómica en Perú está patentando muy poco, pues solo hay dos procedimientos, dos máquinas y salsas patentadas, hechos por chef reconocidos o empresas grandes. Sin embargo, la especialista considera que hay mucho más por trabajar.