En los últimos días, los huaicos generados por intensas lluvias en la sierra de Lima han restringido el tratamiento y suministro de agua potable. Alarmados por la situación, los limeños han salido en búsqueda de agua embotellada.

Juan Manuel del Mar, director de la embotelladora Embodesa, señaló que muchos consumidores están adquiriendo hasta 20 botellones para sus familias en autoservicios, triplicando así la demanda del producto en la capital.

Ante tal requerimiento, dicha empresa, que atiende con su marca a dos cadenas de supermercados y otros segmentos, activó horarios nocturnos de producción y al día genera hasta 5,000 envases de 20 litros.

"Hay un pánico exagerado, el suministro de agua potable está asegurado, pero la alta demanda de agua embotellada genera desabastecimiento en supermercados y algunos están vendiendo solo dos envases por persona", dijo.

Si bien las zonas más afectadas en Lima por las lluvias e inundaciones están en el norte, sur y este, el ejecutivo señaló que las compras de mayor volumen se registran en zonas de mayores recursos como Lima moderna.

ProducciónDel Mar reconoció que el aumento intempestivo de la demanda de agua embotellada los encontró con poco inventario. Pero luego han incrementado su producción sin inconvenientes.

Y a pesar de los recortes del suministro de agua potable por horas, dijo que la industria de bebidas está preparada para producir el stock suficiente con el recurso disponible. No obstante, señaló que la situación sorprendió a los proveedores de envases. Y si bien la firma no comercializa en el norte del país, enviará volúmenes de agua embotellada a las zonas afectadas.

En el norteEl gerente general de Enrique e Hijos SAC, fabricante de la marca de gaseosas Cassinelli (Trujillo), Fernando Ramírez Luján, señaló que la industria de bebidas gaseosas en la costa norte afronta tres dificultades: los problemas en el transporte, la distribución zonal y los problemas de producción.

En el caso de los envíos interprovinciales, el ejecutivo señaló que en Chiclayo hay pase para la llegada de bebidas; en tanto que en Piura existen complicaciones para llegar, debido a que los transportistas se rehúsan a viajar a esa ciudad, mientras que los envíos a la selva se mantienen restringidos.

"En Áncash las vías están cortadas y no se puede vender las bebidas, mientras que en la sierra de La Libertad el transporte es esporádico", mencionó.