Japón sigue siendo el mayor acreedor del mundo. Sus activos externos netos –lo que sus residentes poseen en el exterior menos lo que adeudan a extranjeros– suman alrededor de US$ 3.5 millones de millones, casi el 70% del PBI japonés. (Foto: Getty Images)
Japón sigue siendo el mayor acreedor del mundo. Sus activos externos netos –lo que sus residentes poseen en el exterior menos lo que adeudan a extranjeros– suman alrededor de US$ 3.5 millones de millones, casi el 70% del PBI japonés. (Foto: Getty Images)

Los últimos serán los primeros, y los primeros, últimos. Un tema naciente en los mercados financieros es que los títulos valores que generaron abundantes retornos en la era de baja inflación, demanda enfriada y tasas de interés cero –como las acciones tecnológicas estadounidenses– están bajo presión, mientras que los activos que tuvieron desempeños atroces en la década del 2010 (acciones petroleras, mineras y bancarias) están resistiendo bien. Si un título es barato, a prueba de inflación y antaño fue detestado, es cada vez más atractivo para el capital.

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