En los últimos dos años, las familias incrementaron sus privados ante las deficiencias que muestran las instituciones de aseguramiento públicas.

Así, en el 2017 los hogares destinarían alrededor de S/ 4,105 millones en salud, S/ 159 millones o 4% más que hace dos años, según estimaciones de la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud).

El 40% de estos 'gastos de bolsillo' son para la compra de medicamentos en farmacias, mientras que un 43% se utiliza para la atención en prestadores privados de servicios de salud, detalló a Gestión Hernán Pena, superintendente adjunto de Supervisión de Susalud.

"El Perú es uno de los países de la región con mayores gastos de bolsillo de los hogares en salud. Ello se debe a la deficiencia del servicio de salud público que obliga a las familias a acudir a centros privados para satisfacer estas necesidades", sostuvo.

PreocupaciónLa preocupación de Susalud es que una gran proporción de estos gastos se destina a servicios médicos informales.

"Hay una población que usa sus gastos de bolsillo que podría destinar a otras cosas como alimentos, vestido u otros gastos, para contratar la peor forma de servicio de salud que puede haber, que es la informal y que no garantiza nada", advirtió Pena.

Hay 16.6 millones de afiliados al Sistema Integral de Salud, 10 millones en Essalud y un millón en las EPS (prestadoras privadas de servicios de salud). Casi siete millones no tienen cobertura.

Son principalmente afiliados del SIS, Essalud y los no asegurados los que, al constatar que los establecimientos públicos no resuelven sus necesidades, sacan dinero de su bolsillo para recurrir a los centros informales para su tratamiento o diagnóstico, según Susalud.

"En establecimientos, como algunos del SIS, la atención puede tardar meses. Esas personas no pueden esperar y se ven obligadas a ir a un centro informal", dijo Pena.

ProliferanSusalud ha detectado que en el país hay 60,000 establecimientos de salud informales, incluyendo farmacias, número que triplica al de los formales. Advierte que buena parte de estos establecimientos prolifera en inmediaciones de grandes centros de salud.

Incluso, casi el 100% de los consultorios a los que se hicieron visitas de supervisión son informales. Estos centros médicos, muy frecuentados por la población, tienen un menor número de empleados y son dirigidos por independientes. "La mayor informalidad dentro del sector privado se encuentra en establecimientos de hasta 10 trabajadores. Son pequeños locales de salud y están ubicados alrededor de los hospitales públicos", refirió Pena.}La informalidad puede darse en la parte administrativa cuando el establecimiento no está en el Registro nacional de Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (Ipress) a cargo de Susalud, en la prestación de la atención médica y en la condición laboral del personal que labora en ellos, precisó el funcionario.

Máscara"Al estar cerca de hospitales grandes, tienen cierta formalidad administrativa, pero sus prestaciones son las que no cumplen los requerimientos mínimos. Tienen una máscara de formalidad y eso es peligroso, pues las personas acuden con confianza a esos establecimiento sin saber que están arriesgando su vida", alertó.

Inclusive este tipo de informalidad oculta puede presentarse en grandes establecimientos, enfatizó. Al igual que en los centros más pequeños, se ha verificado que sus prestaciones de salud son informales, pueden ser brindadas por personal sin formación médica, o si la tienen intervienen en especialidades que no les competen, dijo.