Sunat revisará esta semana los costos de facturación electrónica

La masificación de la facturación electrónica o virtual está prevista para el 2020 para todo tipo de contribuyentes, personas y empresas.

Así, para poder atender a este nuevo universo de contribuyentes, se utilizará a Operadores de Servicios Electrónicos (OSE) en la emisión de los comprobantes, que son empresas que se encargarán de la emisión y el almacenamiento de la información, así como el reporte de la transacción a la propia central de la Sunat.

El problema

Actualmente, los contribuyentes personas naturales que brindan servicios independientes están obligados a emitir recibos electrónicos si el servicio es pagado por una empresa, pero usan para la emisión electrónica el servicio gratuito de la plataforma de Sunat, así como también las micro y pequeñas empresas (mypes), por su nivel de facturación. Y asumen el costo solo los grandes contribuyentes o aquellos que voluntariamente se han acogido a servicios a través de OSE.

El fisco estima que el costo por emisión de cada factura virtual es de S/ 0.81 y será asumido por la empresa; pero también en un futuro todos los comprobantes electrónicos deberán usar el servicio de los OSE.

Por esa razón, fuentes del ente recaudador revelaron a Gestión que esta semana se realizará una evaluación al sistema de facturación electrónica (y sus costos).

No obstante, la Sunat consideró que el costo por emisión de facturas virtuales es menor al costo en que incurren las empresas si utilizan la facturación física: S/ 2.23 por comprobante de pago.

Sin embargo, algunos representantes del sector de las (mypes) advirtieron que la Sunat está reemplazando una labor que hoy realizan sin costo alguno por los servicios de las OSE, cuando es un servicio que deriva del pago de los impuestos.

Asimismo, criticaron la creación de mercados cautivos, ya que a los OSE también se les permita simultáneamente ser PSE (Proveedores de Servicios Electrónicos).

Por ello, opinaron, el costo de la facturación electrónica debería ser asumido por el fisco, tal como ocurre en el modelo mexicano que es tomado como referencia.

La implementación sí incrementará la recaudación tributaria en 2.0% del PBI y reducirá la informalidad por la mejora de los niveles de control, pero también tendrá un impacto negativo en las mypes.